"El alcohol, cuyo consumo se agudiza especialmente en épocas estivales, tiene efectos tanto físicos u orgánicos como psiquátricos o de comportamiento", afirma el doctor Rubén Puerta, médico internista perteneciente a SOGAMI (Sociedade Galega de Medicina Interna).
Los órganos que más afecta son el aparato digestivo, fundamentalmente hígado, aunque también a otros, como el sistema nervioso o cardiovascular. Ese daño es proporcional a la cantidad de ingesta de alcohol, por lo que utilizamos la Unidad Básica Estándar (UBE) que corresponde en Europa a 10 gramos de alcohol (100 ml vino, 200 ml cerveza, 25 ml de destilados) para unificar la cantidad que consume un paciente (tipo de bebidas, volumen diferentes según países).
El desarrollo de trastorno por consumo de alcohol, que se afecte en ocasiones más al hígado que otros órganos como sistema nervioso central, está "escrito" en el genoma, junto con influencias ambientales y rasgos de personalidad.
Consumo excesivo
"Denominamos consumo de riesgo perjudicial la toma en varones adultos menores de 65 años de más de 2 UBE todos los días (14 UBE a la semana) o de más de 4 UBE en un día, mientras que en las mujeres o varones mayores de 65 años la toma sea de más de 1 UBE todos los días (7 UBE a la semana) o más de 3 UBE en un día. Los daños están derivados de los órganos a los que afecta. Quizá lo relacionamos más con la cirrosis hepática por la trascendencia tanto con el mal pronóstico, y necesidad, siempre que se cese el consumo, de precisar trasplante hepático, pero son también muy relevantes aspectos de relación, sociales y psiquiátricos", comenta el doctor Puerta.
Jóvenes y población de riesgo
En España la edad media de inicio del consumo de alcohol son los 14 años, y cerca de un 40% de los jóvenes se dan atracones cuando salen. "El alcohol es especialmente perjudicial para los jóvenes no sólo por daños físicos y riesgo de accidentes relacionados con dicho consumo, sino por presentar un mayor riesgo de mantener en edad adulta un consumo perjudicial de alcohol. Además, existen otros perfiles de riesgo como las mujeres embarazadas, inmunodeprimidos y aquellos con daños orgánicos, psiquiátricos/sociales ya establecidos, en el que mantener dicho consumo es todavía más perjudicial", explica el internista.
Consumo responsable
"Se había sugerido que el consumo de alcohol, fundamentalmente vino, podía suponía un beneficio por favorecer un menor riesgo cardiovascular. Por eso a los pacientes con enfermedad cardiovascular que consumían alcohol se les recomendaba rebajar dicho consumo o se sugería el consumo de 1 UBE al día. Esto no está suficientemente demostrado, por lo que no se puede recomendar consumo de alcohol a ningún paciente con ese objetivo, porque realmente llegue a transformase en un problema. Pero consumir un vaso de vino o una cerveza al día no es perjudicial", concluye el médico.