Según los expertos, los afectados por fibromialgia son pacientes complejos con dolor crónico y extenso en el cuerpo, asociado a trastornos del ánimo, del sueño, de la concentración, con fatiga rápida y otros síntomas. Estos pacientes sufren un importante deterioro de su calidad de vida ya que las consecuencias de esta dolencia son psicológicas, sociales, de discapacidad física, etc.
Según defiende la Dra. Ana Coarasa, presidenta de la Sociedad Aragonesa de Medicina Física y Rehabilitación (SMAR), gracias al tratamiento "multimodal (psicológico, farmacológico, rehabilitador", coordinando a las diversas disciplinas médicas involucradas, se puede evitar la cronificación y conseguir un manejo eficiente" de los pacientes con fibromialgia.
En cuanto al diagnóstico, la Dra. Coarasa añade que "la mejoría de los circuitos de derivación desde atención primaria a especializada y entre las diferentes especialidades implicadas, con base en la evidencia científica y recomendaciones, permitiría un diagnóstico precoz y el tratamiento adecuado. Una parte significativa de estos pacientes, cuando acude al especialista, son de larga evolución y están ya severamente discapacitados".
Los conocimientos sobre esta patología han evolucionado en los últimos años. Gracias a las técnicas de neuroimagen (como la resonancia magnética) y los estudios neurofisiológicos, por ejemplo, se están realizando mapas de las zonas cerebrales que tienen cambios en estos pacientes.