Una de las causas más frecuentes del dolor de garganta es la faringitis o inflamación de la faringe (parte posterior de la garganta, entre las amígdalas y la laringe) que cursa de manera dolorosa, y cuya causa más frecuente es la infección vírica, bacteriana, alérgica o por reflujo gastroesofágico. Según afirma el Dr. Carlos Barajas del Rosal, otorrinolaringólogo del Hospital USP San Camilo de Madrid, "existe una mayor prevalencia de faringitis infecciosa tanto de faringitis viral como de faringitis bacteriana y es en primavera y en invierno cuando es más frecuente este tipo de problema debido al frío y a los cambios de temperatura, produciéndose una disminución de las defensas".
Según explica el especialista, "el dolor de garganta por virus, tiene más prevalencia que la faringitis bacteriana y es más común durante el invierno y la primavera. Durante los meses fríos las personas permanecen más tiempo en habitaciones poco ventiladas y cuando llega la primavera los constantes cambios de temperatura propician que los virus de la gripe hagan estragos". Además, en primavera se añade otra causa: las reacciones alérgicas. El Dr. Barajas añade que "la garganta sufre en primavera algo más de lo normal debido a los pólenes en suspensión en el ambiente". Los pólenes producen irritación incluso en personas no alérgicas.
Los síntomas más comunes de la faringitis son el dolor de garganta al tragar, que puede llegar a ser continuo, y el picor, que puede producir tos y, si se extiende hace laringe, disfonía. El tratamiento de esta patología depende de la causa o etiología, pero, en líneas generales, la vírica se combate con tratamiento sintomático; la bacteriana, con antibióticos; la alérgica, con tratamiento antialérgico y desensibilización; y la provocada por reflujo gastroesofágico, con fármacos protectores del estómago, que en estos casos se transforman en protectores faríngeos.
El experto recomienda cuidar los cambios de temperatura que debilitan las defensas y propician el aumento de virus o bacterias. Además, es recomendable no acostarse inmediatamente después de las comidas o cenas ni comer con gran desorden para evitar el reflujo gastroesofágico y prevenir las alergias.