Un estudio de la Universidad de Navarra, publicado en la revista Stress, revela que el estrés de la madre se asocia con el desarrollo de patologías relacionadas con la obesidad. El fin de esta investigación era determinar en ratas adultas el efecto del estrés crónico moderado durante la última semana del desarrollo embrionario.
Los expertos han comprobado que una situación adversa durante el desarrollo intrauterino puede provocar que los animales, debido al consumo de una dieta hipercalórica, tengan un mayor aumento de grasa corporal y alteraciones bioquímicas, hormonales y genéticas.
Estos cambios inducidos por la ingesta de una alimentación rica en grasa y azúcares pueden provocar en la edad adulta obesidad y otros trastornos asociados, como resistencia insulínica, que podría desencadenar el desarrollo de diabetes tipo 2.
Según han puesto de manifiesto los expertos, el estrés podría alterar el desarrollo del bebé y predisponerlo al desarrollo de patologías en la edad adulta, debido a modificaciones epigenéticas.