El glaucoma, segunda causa de ceguera a nivel mundial, afecta a casi un millón de personas en España, un 2% de la población

En la Semana Internacional del Glaucoma, expertos del Instituto Clínico Quirúrgico de Oftalmología alertan de los riesgos de esta enfermedad "silenciosa" y de la importancia de las revisiones para poder detectarla
El glaucoma afecta al 2% de la población de 50 años y al 3,5% a los 70
El doctor Iñaki Rodríguez Aguirreche, experto en glaucoma del ICQO, recuerda que hasta fases avanzadas, el glaucoma es asintomático
En la actualidad, no existe cura para la enfermedad y el 5% de los pacientes alcanza la ceguera, pero, mediante la reducción de la presión ocular del ojo con los tratamientos adecuados, se puede aspirar a frenar la enfermedad

A la mayoría de la población le suena el término "glaucoma" y lo asocian a una enfermedad grave de los ojos relacionada con la ceguera. Lo que muchos no saben es que esta afección silenciosa que afecta al 2% de los mayores de 50 años y al 3,5% de los mayores de 70,  se sitúa como la segunda causa de ceguera mundial y la primera de ceguera irreversible. En España afecta a 900.000 personas.

Trabajos recientes hablan de cifras incluso mayores. Así, según un estudio publicado en 2016 en el British Journal of Ophthalmology, la prevalencia se dispara con la edad, especialmente en la raza blanca, llegando a afectar al 10% de la población a los 90 años.

La enfermedad silenciosa

El glaucoma es una enfermedad crónica del nervio óptico que da lugar a una pérdida progresiva del campo de visión y que generalmente se debe a un exceso en la presión intraocular. Su importancia radica en que generalmente, hasta fases avanzadas, cursa de forma asintomática. En la actualidad no tiene un tratamiento curativo pero, mediante la reducción de la presión intraocular con la administración crónica de colirios, se puede ralentizar e incluso frenar la enfermedad.

Tal y como señala el Doctor Iñaki Rodríguez Aguirreche, especialista en glaucoma del ICQO, el glaucoma puede afectar a cualquier persona y a cualquier edad, pero existen circunstancias que predisponen a esta enfermedad. Algunos de ellos son los antecedentes familiares (es una enfermedad de origen genético en muchos casos); la pertenencia a la raza negra, que está más predispuesta a sufrirlo; tener miopía; ser enfermo de diabetes o la toma de corticoides de forma prolongada. De cualquier forma, su principal factor de riesgo radica en la elevación de la PIO (Presión Intraocular). Así mismo, este factor es el único que puede ser modificado de forma que alteremos el curso de la enfermedad.

El glaucoma es una enfermedad a cuya investigación se dedican numerosos fondos. Este tipo de enfermedades crónicas como son el glaucoma, el asma o la diabetes, conllevan el 77% del gasto sanitario. La investigación en el ámbito del glaucoma se realiza en múltiples frentes. Tal y como describe el doctor Rodríguez Aguirreche, las líneas de investigación se entran en los estudios genéticos. El diagnóstico, la monitorización, tratamiento médico y cirugía.

La importancia de las revisiones

El principal factor de riesgo del glaucoma es la presión intraocular elevada. Sus valores normales se encuentran entre 10 y 21 mmHg y generalmente se trata de una enfermedad ¨silenciosa¨, que cursa de forma asintomática.

Debido a su curso lento, la mitad de los pacientes con glaucoma están sin diagnosticar. El Doctor Rodríguez Aguirreche señala que, tal y como recomienda la Glaucoma Research Foundation, es fundamental realizar una revisión oftalmológica a toda persona mayor de 40 años. Con posterioridad, las revisiones deberían de realizarse cada 2-4 años. En casos de mayor riesgo, en los que se cuente, por ejemplo, con alguno de los antecedentes que predisponen a sufrirlo, se recomienda empezar con 35 años y, a partir de dicho momento, de forma bianual.

El diagnóstico del glaucoma se basa en tres pilares: la medición de la presión intraocular y el examen morfológico y funcional del nervio óptico.

En cuanto al tratamiento, principalmente consiste en la reducción de la presión intraocular mediante fármacos, laser o cirugía. El tratamiento farmacológico es el más común y consiste en la administración crónica de colirios hipotensores oculares. El tratamiento con láser sólo es efectivo en algunas formas de glaucoma. Tiene la ventaja de ser un tratamiento bastante inocuo pero el inconveniente de presentar un efecto más limitado en el tiempo. La cirugía se reserva para casos que empeoran a pesar de otros tratamientos, para pacientes intolerantes a los colirios o para glaucomas avanzados. Existen diversas técnicas quirúrgicas que deben de individualizarse según el paciente y tipo de glaucoma.

Aparatos de control y seguimiento

El Instituto Clínico Quirúrgico Oftalmológico, por su parte, cuenta con aparataje diagnóstico que incluye la totalidad de los instrumentos necesarios para el control y seguimiento del glaucoma. Además, trabaja las distintas modalidades terapéuticas: láser argón, láser diodo y laser YAG, empleados para distintas formas de glaucoma; con dos quirófanos totalmente equipados para la realización de intervenciones en el mismo centro.

En el ICQO también existe una Unidad de I+D que además de realizar pruebas diagnósticas (análisis de lágrima, etc.), coordina la participación del Instituto en diversos ensayos clínicos. Cuenta también con un equipo multidisciplinar de oftalmólogos, subespecializados en otras áreas de además del glaucoma, como la retina, córnea y superficie ocular, oftalmología pediátrica, oculoplástica y baja visión y urgencias.

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