El Hospital San Juan de Dios de Santurtzi acaba de recibir la certificación SIGNA-T para la atención en sus instalaciones a personas con discapacidad auditiva a través de lengua de signos, tras una formación a varios empleados del centro sanitario desarrollada por Didascalia Educational Group. La certificación cuenta con el aval de la Asociación para la Divulgación de la Lengua de Signos (ADILSE) y de la asociación de atención a personas con pérdida de audición Zentzumen Guztiekin.
Según ha manifestado Mónica Carbajales, responsable de Recursos Humanos del hospital santurzano, "el objetivo general de esta iniciativa es el de facilitar la atención a personas con discapacidad auditiva en nuestro centro". Los profesionales formados en lengua de signos han recibido también su correspondiente certificación.
Entre los aspectos destacados de esta formación, Carbajales ha resaltado que "contribuye a un fin social eliminando barreras comunicativas, a la vez que divulga la importancia de esta lengua y amplía conocimientos sobre aspectos socioculturales de la comunidad de personas con discapacidad auditiva y su lengua de signos".
Tal y como ha señalado Amagoia Añibarro, profesora de lengua de signos que ha impartido las clases, la formación ha permitido a varios profesionales del Hospital San Juan de Dios de Santurtzi "adquirir y afianzar el vocabulario básico de la lengua de signos correspondiente al ámbito sanitario. Ahora pueden hacer uso de frases y expresiones sobre cuestiones de este ámbito profesional, ya sean situaciones en consulta, recepción, sala de espera, etcétera".
Ahora, según la también psicóloga, formadora, e intérprete de lengua de signos, los profesionales pueden "expresar y comprender mensajes sencillos utilizando el vocabulario propuesto". Durante la formación se han abordado aspectos muy ligados al día a día hospitalario, como por ejemplo, "cómo recibir y acoger al paciente (incluyendo sus datos personales, número asegurado, especialidad, etcétera), indicaciones de localización dentro del hospital, los verbos básicos y cómo dar instrucciones de forma educada".
También han aprendido a nombrar "otros aspectos eminentemente prácticos, como las partes del cuerpo, los síntomas patológicos más comunes y las enfermedades más frecuentes".
La certificación implica cursos de reciclaje y actualización y una recertificación cada dos años.