El inicio del curso, momento clave para retomar hábitos saludables

El inicio del nuevo curso escolar es un momento idóneo para retomar y revisar los hábitos saludables que se deben aplicar a los pequeños de la casa tras el largo periodo vacacional. Ahora los niños deben enfrentarse de nuevo a permanecer quietos y sentados la mayor parte del día. En este sentido, para evitar molestias y dolores o prevenir futuras dolencias se debe seguir una serie de medidas claves.

El inicio del curso es un momento clave para que los pequeños retomen hábitos saludables

Según recomienda el Dr. Pablo de Lucas, del Hospital Quirón San Camilo de Madrid, mantenerse activo y evitar estar todo el día sentado es fundamental. De lo contrario, la musculatura pierde fuerza y aumenta el riesgo de sufrir dolores de espalda. Por ello, los padres deben limitar las horas de televisión que ven los niños y los videojuegos al llegar a casa.

Además, recomienda que los pequeños realicen ejercicio físico habitualmente. En concreto, nadar, correr o montar en bicicleta son actividades deportivas adecuadas para mantener a los niños en buena forma física.

Por último, el Dr. de Lucas aconseja prevenir la obesidad con unos hábitos de alimentación saludables. Por otro lado, el calcio y la vitamina D son dos elementos fundamentales para el buen desarrollo de los niños. Es necesario consumir tres raciones diarias de alimentos ricos en calcio (leche, yogures y queso). Según explica el experto, el calcio que se absorbe hasta la adolescencia es el que determinará el nivel de osteoporosis en la vejez. La vitamina D es indispensable para que los huesos puedan absorber el calcio necesario para su formación y desarrollo, su deficiencia extrema conllevaría que los huesos se debilitaran sufriendo distintas malformaciones de carácter irreversible, entre otros problemas. La vitamina D que se puede recibir como efecto de los rayos solares, resulta insuficiente y, por ello, es obligatorio, que en la dieta de los niños se contemple habitualmente alguno de los alimentos ricos en vitamina D (pescados grasos, como el salmón, el atún o las sardinas, o verduras, como las acelgas).

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