El comienzo del nuevo curso académico durante la primera quincena de septiembre puede traer consigo un aumento de contagios de rinovirus, el agente responsable de los resfriados comunes. Este patógeno también es el mayor responsable de las crisis asmáticas, que registran su máxima incidencia en escolares en este periodo.
Las primeras manifestaciones del rinovirus se expresan como un catarro en las vías altas, aunque días después se desarrollan sibilancias (pitos) y dificultades respiratorias. Su sintomatología favorece la transmisión entre los escolares y la coincidencia del inicio del curso escolar con su periodo de circulación provoca que septiembre siempre sea el mes con mayor número de ingresos por asma infantil.
Desde la Sociedad Española de Neumología (SENP) alertan de que uno de sus principales factores desencadenantes es la supresión de los tratamientos preventivos del asma durante los meses de verano por la mejora de su sintomatología. Sin embargo, recomiendan que no se interrumpa la medicación en los niños que padezcan crisis frecuentes o que sufran tos cuando realicen ejercicio, se pongan nerviosos, rían o lloren. Aconsejan que, en caso de suspensión temporal del tratamiento durante el periodo estival, se realice una valoración sobre si es oportuno retomarlo varias semanas antes del comienzo escolar.