Según un estudio hecho público en la XX Reunión Anual de la Sociedad Española de Sueño, el insomnio crónico afecta a entre el 10% y el 12% de las personas en España, por lo que se considera el trastorno del sueño más común.
El insomnio es una incapacidad subjetiva para conciliar o mantener el sueño durante la noche, lo que acaba redundando en la aparición habitual de síntomas durante el día como agotamiento o falta de autocontrol. Para considerarse crónico, esta situación debe darse al menos cuatro noches a la semana en un periodo mínimo de seis meses.
En la actualidad, se han logrado grandes avances en el conocimiento de las causas del insomnio, derivadas principalmente de factores médicos, psiquiátricos, farmacológicos o de estilos de vida, entre otros. En lo que se refiere a las alternativas farmacológicas para esta enfermedad las nuevas opciones se centran en lograr una minimización de sus efectos secundarios. Aunque solo el 5% de estos pacientes recibe ayuda farmacológica.
Las consecuencias a largo plazo de un insomnio crónico no tratado correctamente son importantes. Los especialistas en medicina del sueño han centrado el punto de mira en el aumento del riesgo de aparición de enfermedades cardiovasculares o de empeoramiento de diversas patologías metabólicas como la diabetes mellitus.