A principios de mayo, la Agencia de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos aprobaba un nuevo tratamiento preventivo, diseñado y estudiado específicamente para la migraña. Se trata del Aimovig (Novartis), una inyección mensual subcutánea, con un dispositivo similar al de un aplicador de insulina. Dicho fármaco bloquea un receptor de la proteína CGRP, que inicia y prolonga las crisis de migrañas.
Y aunque no cura la migraña, "supondrá un avance espectacular para el control de la misma", según ha afirmado el experto en cefaleas del Hospital Vithas Nisa Sevilla, el doctor Francisco Javier Viguera. Hasta la fecha actual los medicamentos para prevenir migrañas se habían diseñado para tratar otras enfermedades como la hipertensión, epilepsia... Y a su funcionamiento temporal, también hay que añadir varios efectos secundarios adversos.
"La llegada de este medicamento abre una nueva etapa para las personas que padecen migraña, un tipo de dolor de cabeza con crisis severas e invalidantes", según el neurólogo del Hospital Vithas Nisa Sevilla.
Enfermedad incapacitante
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la migraña es la sexta enfermedad más incapacitante y la tercera en menores de 50 años. Un aspecto que tiene mucha repercusión en la economía de cualquier país, porque su prevalencia se sitúa sobre todo entre los 25 y 55 años, que coincide con la etapa más productiva de la vida. Según la OMS es la cefalea más frecuente en niños y afecta al 15% de la población mundial, llegando al 20% en mujeres y 8% en hombres.
Desde los años 90 no salían al mercado nuevos fármacos estudiados específicamente contra esta enfermedad que "afecta a más de 3,5 millones de personas en España. Y de ellos, casi un millón la sufren de forma crónica, es decir, tienen dolor de cabeza incapacitantes más de 15 días al mes", según datos que maneja el Grupo de Estudio de Cefaleas de la Sociedad Española de Neurología (GECSEN).
Pero el reto para los neurólogos es conseguir que los pacientes consulten con su médico los dolores de cabeza, ya que al menos un 25% de los españoles no han consultado nunca con su médico, y hasta un 50% abandona el seguimiento tras las primeras consultas.
¿Se pueden evitar los ataques de migraña?
Algunos investigadores como Mulder mantienen que entre el 40 y 57% de las migrañas tienen un origen genético importante. Algunos estudios publicados recientemente por la revista Neuron mantienen que en muchas familias hay muchos más pacientes con migraña de los que cabría esperar solo por casualidad. Y que los mecanismos moleculares de la migraña y las razones de la agrupación familiar siguen siendo poco conocidos.
Y aunque es una enfermedad compleja en la que intervienen, además de un número indeterminado de genes, factores ambientales muy diversos.
En esta línea, estudios realizados por miembros del GECSEN, del que el Dr. Viguera es su secretario, exponen que el 97% de los participantes fueron capaces de identificar al menos un factor precipitante de sus crisis, siendo el estrés (71%), los cambios hormonales por la menstruación, embarazo o menopausia (75% en mujeres) y los trastornos del sueño (68%) los más referidos. Los factores ambientales (59,55) principalmente por los cambios de tiempo (33,5%) o la sobreexposición al sol o la claridad (22%), son la cuarta razón más señalada, seguida de ciertas conductas dietéticas (55%) –ayuno y consumo de alcohol (31%), principalmente- y de los relacionados con el esfuerzo o actividades físicas (21%).