Las vacunas son una herramienta fundamental para controlar, eliminar e incluso erradicar determinadas enfermedades transmisibles. La Sociedad Española de Epidemiología (SEE) ha hecho hoy un recorrido por los retos que plantea el control de enfermedades como el sarampión y la parotiditis y ha insistido en la necesidad de no bajar la guardia para lograr la efectividad deseada con los programas de vacunación. La jornada, organizada por el Grupo de Trabajo sobre Vacunaciones de la SEE, ha contado con la colaboración del Instituto de Salud Carlos III y la Escuela Nacional de Sanidad y ha reunido a más de 120 epidemiólogos y profesionales de la salud pública.
"El resurgimiento del sarampión en Europa en los últimos años supone una amenaza para conseguir su eliminación y genera preocupación entre las instituciones y la población" ha explicado Noemí López Perea, del Centro Nacional de Epidemiología, en referencia a los brotes recientes en nuestro país y en otros países europeos.
No obstante, ha señalado que en España, "gracias a las altas coberturas de vacunación, el sarampión lo padecen, generalmente, adultos jóvenes" y la mayoría de los brotes no tienen gran alcance. Sin embargo, en los países europeos con tasas elevadas, "los grupos más vulnerables son los de menor edad, lo que pone de manifiesto la debilidad de sus programas de vacunación".
El presidente de la SEE, Pere Godoy, se ha referido a la importancia de que esté correctamente vacunada la población que nació después de 1970 y a que todos los centros de salud "aseguren la vacunación en población infantil, especialmente, en la población que contacta menos con el sistema sanitario".
Retos en el control de la parotiditis
La parotiditis es una enfermedad vírica que se caracteriza por la inflamación de la glándula parótida y fiebre, aunque la mitad de los casos pueden ser asintomáticos. Su morbilidad puede ser prevenida gracias al componente frente al virus de la parotiditis que contiene la vacuna triple vírica. Esto redujo drásticamente su incidencia en España hasta valores por debajo de los 20 casos por 100.000 habitantes y año.
Sin embargo, la vigilancia epidemiológica de la parotiditis "muestra un curso en picos epidémicos periódicos, probablemente debido a la acumulación de personas susceptibles en la población, y el índice epidémico nos indica que no estamos consiguiendo unos objetivos adecuados de control de la enfermedad", ha explicado Pello Latasa, del Ministerio de Sanidad.
Desde la SEE se recomienda que toda la población esté vacunada con dos dosis de triple vírica, que además protege contra el sarampión y la rubeola.
Bicentenario de Balmis primera campaña de inmunización internacional
José Tuells, miembro del Grupo de Trabajo de Vacunas de la SEE, ha sido el encargado de recordar la Expedición Balmis, cuando se cumplen 200 años del fallecimiento de Francisco Xavier Balmis (1753-1819), director de la Real Expedición Filantrópica que llevó la vacuna contra la viruela a los territorios de Ultramar (1803-1813).
En su intervención, ha resaltado los valores de la que fue primera campaña de inmunización internacional en la historia de la salud pública y la vigencia de aquel proyecto. Gratuidad, universalidad, dimensión geográfica, aspectos epidemiológicos y éticos, creación de las Juntas de Vacuna, transferencia de tecnología, son algunos de los aspectos a los que el profesor Tuells ha hecho referencia.
"Nos sobran los motivos para vacunarnos y recomendar la vacuna frente a la gripe a nuestros pacientes"
Vicente Martín, de la Universidad de León e investigador CIBERESP, ha hablado del impacto que la gripe tiene en la mortalidad general. Cada año, en el mundo hay entre 3 y 5 millones de casos graves y entre 300.000 y 700.000 muertes, dependiendo de la cepa circulante.
El impacto de la gripe en la mortalidad "no es bien conocido", ha comentado Jesús Castilla, del Instituto de Salud Pública de Navarra y del CIBERESP. Coincidiendo con las epidemias anuales de esta enfermedad se observan excesos de 10.000 a 30.000 muertes en España, pero sólo entre 1.000 y 2.500 muertes son finalmente asignadas a la gripe como causa fundamental de muerte.
Sin embargo, "la vacunación antigripal, tiene todavía campo de mejora y, en gran medida, tiene que ver con los conocimientos y actitudes de los profesionales", ha explicado Vicente Martín.
Los principales conocimientos y creencias erróneas son pensar que la gripe es una enfermedad banal, minusvalorar la efectividad de la vacuna y la capacidad de transmisión nosocomial del virus de la gripe. "Es conveniente resaltar que es la manera más eficaz y eficiente de protegerse frente a la gripe", ha dicho Martín.
Además, ha hecho hincapié en que los trabajadores sanitarios son un importante referente en la vacunación antigripal, aquellos que se vacunan, con mayor frecuencia recomiendan a sus pacientes que también lo hagan.
Tanto Jesús Castilla como Eva Borrás, de la Agencia de Salud Pública de Cataluña, han insistido en que la gripe es un potencial desencadenante de la muerte en personas mayores o con enfermedades crónicas. Los programas de vacunación antigripal en España van dirigidos a prevenir casos graves y defunciones, y por tanto, un mayor impacto de la gripe en la mortalidad refuerza la justificación de la vacunación.
Además, Eva Borrás, ha recordado que también la mujer embarazada es uno de los principales grupos a los que se recomienda la vacunación antigripal, puesto que ofrece protección frente a las complicaciones que puede padecer la mujer embarazada, el feto y el neonato.