Hoy se ha celebrado el simposio "Estrategias de implementación del test del VPH en el cribado de cáncer de cérvix", con motivo del XXVIII Congreso Nacional de la Sociedad Española de Anatomía Patológica (SEAP-IAP) que se celebra hasta el 26 de mayo en el Palacio de Congresos de Valencia. En España, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística, de 2015, se registraron 659 muertes por cáncer de cérvix, el 14% de ellas en la Comunidad Valenciana, lo que la sitúa en la segunda posición por detrás de Andalucía (17%) en número de fallecimientos por este tipo de tumor.
La causa de la mayoría de los casos de cáncer de cérvix está en la infección persistente por determinados genotipos, como el 16, 18 y 45 del virus del papiloma humano (VPH), también causante de otras lesiones genitales, algunas de ellas susceptibles de desembocar en neoplasias.
Por este motivo, los expertos consideran que un diagnóstico precoz, mediante técnicas avanzadas y un cribado poblacional, constituyen herramientas fundamentales para la prevención, tanto de las lesiones como del propio cáncer de cérvix. Y sobre ello, y como actualmente vivimos un momento de cambio en el abordaje de la prevención del cáncer de cérvix en la mujer española, ha tratado el Simposio, organizado por la compañía internacional para la atención sanitaria Hologic, que se centra en las áreas de Diagnóstico, Salud Mamaria y Ósea, Cirugía Ginecológica y Medicina Estética.
Nuevas técnicas de diagnóstico para identificar a las mujeres con una infección por VPH
El Dr. Xavier Bosch, ponente en el Simposio en su calidad de oncólogo y epidemiólogo del Instituto Catalán de Oncología de Barcelona, afirma que la detección de la presencia del VPH está recomendada para mujeres a partir de los 30 años porque "en edades más jóvenes las infecciones suelen ser transitorias y la mayoría se van a resolver espontáneamente sin necesidad de intervenciones médicas".
Actualmente, esta detección del VPH mediante programas de cribado está experimentando cambios profundos por la llegada de nueva tecnología que puede complementar o reemplazar a la citología convencional. Según explica el especialista, el principal progreso de la tecnología de detección viral sobre la citología tradicional es la ganancia en sensibilidad, es decir, la capacidad de detectar anomalías que indican el riesgo de desarrollar cáncer en el momento de la exploración.
En este sentido, aclara el Dr. Bosch, "si una mujer tiene una lesión pre-neoplásica y es examinada en un programa de cribado, la probabilidad de que una citología de rutina detecte su lesión es, en promedio, de un 50-60%, por tanto, la mitad de las mujeres con una lesión en curso tendrán un diagnóstico erróneo de normalidad. Por el contrario, la sensibilidad de un test de VPH es del 90-95%, por lo que la tranquilidad que ofrece un resultado de negatividad de VPH con esta técnica es muy superior a la que ofrece un test citológico".
En España, se estima que 1.938.996 mujeres sexualmente activas presentan infección detectable por VPH y 438.358 una citología anormal. Según los modelos de predicción de la Sociedad Española de Anatomía Patológica y la Sociedad Española de Citología, se espera que en nuestro país se sigan diagnosticando unos 2.511 casos de cáncer de cuello de útero al año.
¿Cómo funcionan las nuevas técnicas?
Las nuevas técnicas se basan en el diagnóstico molecular, que permite utilizar la misma muestra para realizar una citología y detectar en ella fragmentos de ácidos nucleicos (bien de ADN o de ARNm) del VPH, prácticamente siempre presentes en las lesiones pre neoplásicas y neoplásicas. Para las mujeres la toma de una muestra para VPH no cambia en nada la exploración tradicional para el examen citológico o test de Papanicolau.
La mayoría de los tests disponibles examinan la muestra para detectar ADN viral. Sin embargo, estudios dirigidos a detectar el ARNm identifican la presencia y la actividad de una infección por VPH de alto riesgo; han demostrado una sensibilidad comparable a los tests de ADN del VPH. Además, la tecnología de detección viral del VPH permite el procesamiento de miles de muestras de forma muy automatizada y reduce el tiempo de espera de resultados y optimiza el rendimiento del sistema en su conjunto.
Mayor fiabilidad de diagnóstico y reducción de la carga asistencial
El avance tecnológico tiene también una traducción directa en mejoras para las pacientes. El Dr. Xavier Bosch destaca que el principal beneficio que aportan las nuevas técnicas de diagnóstico a las pacientes se refleja en la fiabilidad de las intervenciones. "Prácticamente- apunta- vamos a identificar a las mujeres portadoras de una infección por VPH (en promedio un 10% de la población femenina a en la franja de edad 30-65 años) y, por tanto, sabremos discriminar mejor a las mujeres que hemos de vigilar de cerca de aquellas a las que podremos alargar los intervalos entre visitas".
De esta manera, añade el doctor, se reduce también la carga asistencial, permitiendo por lo menos teóricamente, "destinar recursos para llegar a las mujeres con dificultades de acceso a los servicios sanitarios. Estos grupos sociales suelen ser los que generan los casos de cáncer avanzado que lamentablemente todavía aparecen en los servicios de urgencias por hemorragias o por complicaciones de su tumoración".
Cambio de paradigma en la prevención
Actualmente los programas de detección del VPH son oportunistas en la gran mayoría de comunidades autónomas de España, es decir, que se realiza en personas asintomáticas que acuden al sistema sanitario para su revisión ginecológica. Al respecto, el doctor Bosch admite que "los programas oportunistas pueden llegar a ser muy amplios (por ejemplo, con coberturas del 70% de la población a cribar) pero siempre dejan bolsas de mujeres desprotegidas y tienden a reproducir los desfases socioeconómicos en los servicios de salud".
Por ello, en la actualidad se está reconociendo la necesidad de instaurar programas poblacionales organizados y controlados de detección del VPH. Estos programas, a semejanza de los existentes para cáncer de colon o cáncer de mama, invitan personalmente a participar a todas las mujeres de 25 a 65 años y reiteran invitaciones a las personas que no responden. El objetivo es que ninguna de las personas que pueda estar en riesgo quede fuera de la actividad preventiva. La Comunidad Valenciana desarrolla ya programas poblaciones de cribado en algunas de sus áreas sanitarias.
Para concluir, el Dr. Bosch asume que "definitivamente", se está produciendo un cambio trascendente en las propuestas de prevención secundaria, con la nueva tecnología de cribado, y recuerda la implicación que tendrá la vacuna frente al VPH en el cambio del abordaje de la prevención del cáncer de cérvix. "En los próximos años veremos a las generaciones que han sido vacunadas en la escuela a los 12-14 años, acceder a los programas de cribado. Estas generaciones ya tendrán una frecuencia de infecciones por VPH y de lesiones cervicales muy inferiores al de sus madres con lo cual el concepto del cribado deberá adaptarse y será ciertamente basado en la tecnología de detección viral, complementando y tomando el rol principal en lugar de la citología usada actualmente".