La enfermedad periodontal supone la pérdida de las encías y el hueso que rodean al diente. Se produce por causas diversas, principalmente por una infección ocasionada por diversos tipos de bacterias, aunque también pueden influir otros factores, como la genética, el apiñamiento de los dientes, el tabaquismo o unas medidas de higiene oral incorrectas. Además de todo ello, diversos estudios ponen de manifiesto el riesgo añadido que supone para la progresión y severidad de esta enfermedad el hecho de padecer diabetes mellitus.
Como afirma el Dr. Ramón de Santos, odontólogo de la Unidad de Odontología Integral de Vithas Internacional, "la relación entre ambas patologías es bidireccional, es decir, la diabetes incrementa el riesgo de sufrir enfermedades periodontales, pero estas también pueden afectar a la diabetes y al control de la glucemia".
Según datos de la SEPA (Sociedad Española de Periodoncia), las personas con diabetes, tanto tipo I como tipo II, mal controlada, tienen un riesgo 2.9 veces mayor de padecer periodontitis. "En la enfermedad periodontal se produce una respuesta inflamatoria que provoca la destrucción de los tejidos periodontales y la diabetes está asociada con niveles sistémicos elevados de marcadores inflamatorios de modo que, en estos pacientes, se incrementa la inflamación, acelerando la destrucción de los tejidos de soporte periodontal", apunta el Dr. de Santos.
Abordaje de la enfermedad periodontal
La periodontitis tiende a convertirse en un cuadro crónico. Aunque el hueso que se ha perdido no se puede recuperar, sí es posible detener la progresión de la enfermedad, por ello es fundamental tratarla cuanto antes. En el caso de los pacientes diabéticos, además, no realizar el abordaje oportuno puede comprometer el control de la glucosa y aumentar la resistencia a la insulina.
El tratamiento consiste en realizar un raspado y alisado radicular: "eliminamos las bolsas de bacterias mediante un aparato de ultrasonidos, curetas y pulidores. Se trata de un procedimiento que no resulta doloroso y puede efectuarse con anestesia local", señala el especialista, que indica, además, que el estado de las encías mejora en tan solo 3 o 4 días.
En casos más avanzados puede ser necesaria una pequeña intervención quirúrgica, tratamiento que puede completarse con antibióticos y, según cada caso, puede ser recomendable el uso de férulas de descarga.
Como indica el Dr. De Santos, "el paciente debe ser consciente de su problema y asumir que, tras el tratamiento inicial, deberá realizarse limpiezas de mantenimiento periodontal de forma periódica para que la terapia resulte eficaz".
En el caso de los pacientes con diabetes el especialista recomienda mantener las revisiones profesionales anuales con su odontólogo, prestando especial atención a síntomas como el sangrado de encías, mayor sensibilidad al frío, halitosis o retracción de encías.