El tabaco aumenta las posibilidades de sufrir un infarto entre los jóvenes

La Sociedad Española de Cardiología (SEC), mediante un estudio publicado en Revista Española de Cardiología, alerta de la alarmante incidencia de factores de riesgo de gran prevalencia entre los jóvenes como el tabaco, el exceso de grasa en la sangre y los antecedentes familiares, que son causantes de gran parte de los infartos de miocardio prematuros.

En este sentido, en un estudio llevado a cabo por la Unidad de Investigación y Epidemiología Clínica del Hospital Universitario 12 de Octubre (Madrid), la Unidad de Investigación Cardiovascular del Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud, el Departamento de Cardiología del Hospital Universitario de San Juan (San Juan de Alicante), la Unidad de Investigación en Atención Primaria y el Departamento de Cardiología de la Policlínica Guipuzkoa (San Sebastián) se advierte que el tabaco es el principal responsable de los casos de infarto agudo de miocardio en la población española menor de 46 años.
 

El estudio señala también que el perfil de riesgo cardiovascular es diferente en los pacientes jóvenes en comparación con el resto de los pacientes que sufren un infarto agudo de miocardio. En los primeros, los factores de riesgo son el tabaco, presente en un 76,78% de los casos, y la dislipemia (exceso de grasa en la sangre), hallada en un 50,21% de los pacientes. En cambio, en el caso de los mayores de 46 años los factores de riesgo son la hipertensión, en un 47,72% de los pacientes; la dislipemia, en un 35,79%; la diabetes, en un 28,09%; o el tabaco, presente en un 24,46% de los pacientes.

Otro dato relevante que arroja el estudio es la gran prevalencia de infarto agudo de miocardio prematuro entre los hombres. En España, alrededor del 90% de los infartos de miocardio que se producen en personas menores de 46 años se dan en hombres. Esto se debe a que el tabaco y la dislipemia, los dos factores de riesgo con mayor incidencia en el infarto agudo de miocardio prematuro, son mucho más prevalentes en hombres. Este porcentaje tenderá a igualarse en los próximos años con el de las mujeres ya que el número de mujeres fumadoras menores de 46 años ha aumentado.

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