El próximo domingo, 20 de noviembre, se celebrará el Día Mundial del Niño. Entre los objetivos de este día se encuentra mejorar la salud en la infancia en todo el mundo. En España, uno de los principales ámbitos de mejora en la salud infantil está relacionado con la exposición de los niños al humo del tabaco, ya que genera y potencia enfermedades que repercuten de forma directa en su salud. El 73% de los padres fumadores reconoce hacerlo alguna vez en presencia de sus hijos y, por ello, cerca del 50% de los niños están expuestos diariamente al humo ambiental del tabaco en el medio familiar, una circunstancia prevenible según los expertos.
Los niños son más susceptibles a los tóxicos presentes en el humo del tabaco. Según explica el Dr. Sergio Morchón, del Hospital de Bellvitge de Barcelona, "los niños expuestos al tabaco presentan un aumento considerable del riesgo de padecer enfermedades tanto pulmonares como de otros tipos, con respecto a los niños no expuestos a estos tóxicos". En este sentido, alrededor del 80% de los casos de asma persistente se desarrollan antes de los 6 años.
Las principales enfermedades causadas por el humo del tabaco en los niños son todas aquellas asociadas con el aparato respiratorio. Según destaca el Dr. Morchón, "los niños expuestos al humo del tabaco presentan un aumento del 15% del riesgo de padecer asma en relación a los niños no expuestos". Por otro lado, enfermedades como la bronquitis o la otitis también son más susceptibles de estar presentes en los niños expuestos al humo del tabaco y esta exposición se asocia a la disminución de audición infantil. El tabaquismo paterno puede repercutir también en el desarrollo cognitivo y físico de los niños. Recientemente, se ha asociado la exposición al humo del tabaco con el déficit de atención en la infancia.
Pero no solo es la exposición directa al humo del tabaco lo que incide en la salud infantil, ya que el considerado como "humo de tercera mano" "puede convertirse en una causa de aparición de estas enfermedades en los niños", según explica el Dr. Morchón. Se considera "humo de tercera mano" a las partículas presentes en lugares donde se ha fumado, las cuales quedan adheridas a prendas, telas o permanecen en el propio ambiente. Estos lugares, contienen una cantidad medible de sustancias provenientes del humo del tabaco, a pesar de que hayan pasado muchas horas desde la última vez que se fumó. Por ello, no es suficiente con no fumar delante del niño, ya que permanecer en una habitación donde se ha fumado, puede ser causa de la aparición de estas enfermedades en los pequeños.