Entre el 10-15% de los niños en edad escolar sufre dislexia, un trastorno específico del aprendizaje que tiene un origen neurológico y que se caracteriza por una dificultad para leer y escribir que provoca dificultades de precisión y fluidez en el reconocimiento y descodificación de palabras y por tanto de la comprensión de textos en general.
Estas afirmaciones han sido realizadas por Conchi Torre San Miguel, psicóloga y logopeda pedagoga, durante una jornada sobre dificultades de aprendizaje en el proceso de lecto-escritura celebrada en Bilbao y organizada por la Comisión de Psicología Educativa del Colegio de Psicología de Bizkaia en la que profesionales han explicado las claves del correcto diagnóstico y abordaje de esta problemática.
En este contexto, la experta ha explicado que los síntomas de la dislexia "son muy variables, dependiendo de la etapa evolutiva del alumno y de la incidencia que tiene en el proceso lector", por lo que ha aseverado que "su diagnóstico no es fácil".
"Una cosa es un retraso lector, que se supera con un entrenamiento, pero otra es una dislexia, que es de por vida. Existe una mala concienciación en general de la dificultad que supone la dislexia y es un trastorno que puede pasar desapercibido por una apariencia de niños vagos, de niños que no tienen interés, y las consecuencias que genera son muy severas", ha subrayado.
*Así leería "NOTA DE PRENSA" una persona con dislexia
En cuanto a su diagnóstico y abordaje, Torre ha indicado que "lo primero es ver si un posible caso se trata de una dislexia, después situar a los padres en la realidad situación real en la que se encuentra el niño o niña, e intentar hacer una intervención en el colegio. El tratamiento principal es enseñar a tener una correcta lectura y eso se aprende leyendo".
Severas consecuencias
La especialista ha indicado que los niños que sufren dislexia padecen "problemas de autoestima, a veces de relación social y muchas frustraciones. Suelen hacer esfuerzos por encima de sus posibilidades que pueden llevarles al abandono escolar con las consecuencias que conlleva".
"La sociedad tiene que entender que hay diferentes formas de aprender y la persona con dislexia tiene otra manera de aprender y se le debe respetar. Debemos ponernos de su lado para que pueda llegar a ese privilegio que casi todos tenemos; el privilegio de poder aprender y llevar una vida feliz porque la lectura es la herramienta que usamos para acercarnos al aprendizaje".