¡La vuelta al cole ya está aquí! El fin de las vacaciones, los nuevos profesores y compañeros y, en general, los nuevos retos pueden convertirse en un pequeño trauma para muchos niños en su incorporación al nuevo curso escolar. Y es que, los más pequeños de la casa no están exentos de padecer el síndrome postvacacional y es frecuente que puedan padecer algún episodio de estrés o ansiedad los primeros días de colegio, manifestando desde intranquilidad, angustia, nerviosismo o la falta de apetito, aunque también puede dar lugar a la aparición de problemas digestivos como vómitos o diarreas.
"Los niños, al igual que los adultos pueden sufrir estos trastornos al tener que adaptarse a los nuevos horarios y actividades tras el periodo estival" explica el Doctor Gualberto Díaz, médico especialista en Medicina Familiar y Comunitaria y Especialista Universitario en Homeopatía. Como añade el especialista, "para aliviar estados de ansiedad ocasional, la homeopatía se presenta como una opción eficaz, ya que son seguros para los niños al no presentar efectos secundarios relevantes asociados a su toma".
Y es que la homeopatía ofrece una ayuda a combatir y aliviar las diferentes manifestaciones del estrés tanto físicas, como el dolor de cabeza o las alteraciones digestivas; psíquicas, como trastornos del sueño, ansiedad e irritabilidad; o comportamentales tales como falta de concentración o apatía, que pueden ser mitigados mediante medicamentos homeopáticos indicados para tratar este tipo de síntomas o molestias.
Además, como explica el doctor, "el papel de los padres, transmitirles tranquilidad y una adaptación gradual son clave para que los hijos recuperen la rutina de la mejor manera posible". En esta línea, BOIRON ha realizado un decálogo con consejos sencillos para ayudar y motivar a los más pequeños a organizar los preparativos y los primeros días de colegio sin miedo ni ansiedad.
- Marcar gradualmente los nuevos horarios. Después de tres meses de vacaciones, despertarse por la mañana es la parte más difícil para los niños porque sus relojes biológicos no se cambian sobre la marcha. Por ello, se beneficiarán si se introduce de forma gradual la rutina de madrugar y acostarse pronto durante los últimos días de vacaciones para adaptarse a ese nuevo ritmo.
- Planificar un horario de actividades. Es aconsejable ayudarles a elaborar un calendario donde organizar las diferentes tareas y actividades extraescolares que van a realizar. De esta forma, si los padres se involucran, contribuyen a aumentar la autoestima de sus hijos y a afrontar con entusiasmo el comienzo del nuevo curso.
- Crear una rutina a la hora de dormir. Establecer un horario constante puesto que las rutinas crean seguridad. Además, generar un ambiente cómodo y tranquilo para fomentar el descanso.
- Fijar normas y tiempo de ocio. No se debe romper totalmente las rutinas del verano, sino paulatinamente ir adaptándolas gradualmente. Es decir, no dejar totalmente ir al parque, las horas de juego o el tiempo de ocio, sino que ir reduciéndolas poco a poco al mismo tiempo que introducir nuevas tareas ligadas al estudio y los deberes.
- Compartir tiempo en familia. Con frecuencia el trabajo y las obligaciones limitan el tiempo que las familias pasan juntas. Por ello, ayudar a los niños con los deberes, preparar la cena juntos, organizar excursiones de fin de semana, etc., son buenas ideas para reunirse y que aumentan la complicidad entre padres e hijos.
- Motivar a través de nuevos propósitos. Es importante estimular su desarrollo personal y creatividad mediante la fijación de objetivos a medio y largo plazo como, por ejemplo, mejorar las notas en matemáticas o aprender otro idioma y que sientan el apoyo de sus padres en todos los objetivos que se propongan.
- Crear un espacio para estudiar. Para evitar las distracciones y adquirir buenos hábitos de estudio es necesario acondicionar una habitación para esta función, con una correcta iluminación, ordenada, con lápices y bolígrafos organizados, en silencio, a una temperatura adecuada y con una mesa y silla cómodas.
- Elaborar una lista del material escolar necesario para el nuevo curso y comprobar qué es lo que se puede reaprovechar de años anteriores. Al planificar cuidadosamente las compras se pueden evitar gastos excesivos y, además, es una buena oportunidad para enseñar a los niños a consumir de forma responsable.
- Enseñar hábitos de higiene. Desde muy temprana edad es importante que adquieran buenas prácticas de higiene para prevenir infecciones y otros problemas de salud que muchas veces se originan en los centros escolares. De hecho, muchas de las infecciones se contagian en el colegio y se deben a las bajas defensas de los niños.
- Consultar al especialista. Del mismo modo que en los adultos, si los síntomas de ansiedad perduran más de dos semanas es recomendable que se acuda a un especialista. Para aliviar estados de nerviosismo, estrés y ansiedad, la homeopatía es una opción terapéutica útil puesto que ayuda a estimular las defensas del organismo y con la ventaja de que no se han descrito efectos adversos relevantes asociados a su toma por lo que se suele recomendar en niños. Los medicamentos homeopáticos, como todos los medicamentos, son de venta exclusiva en farmacia.