Según los datos de la Sociedad Española de Nefrología (SEN), el número de pacientes que cada año precisan un tratamiento renal sustitutivo con diálisis o trasplante, disminuye de forma discreta pero constante en los últimos años.
Según los expertos, los motivos de esta disminución hay que buscarlos en dos factores: la mejora de la prevención de las patologías renales y de los tratamientos. En este sentido, el Dr. Alberto Martínez Castelao, presidente de la SEN y jefe de sección del Servicio de Nefrología del Hospital Universitario de Bellvitge (Barcelona), ha afirmado que "gracias a los documentos de consenso y la guía de recomendaciones clínicas que hemos elaborado, estamos insistiendo más en el diagnóstico precoz, y haciendo con ello prevención".
Las causas más frecuentes que pueden desembocar en insuficiencia renal son la deshidratación y la utilización de fármacos y otros tóxicos dañinos para el riñón. Según la SEN, entre el 25 y el 30 % de los pacientes con daño renal agudo en un hospital son debidos a yatrogenia, es decir, al daño que algunos medicamentos o medios diagnósticos pueden producir en los riñones.
Según ha señalado el Dr. Javier Gainza, vicepresidente segundo del XLIII Congreso Nacional de la SEN, ese es el motivo de que se recomiende que solo se haga uso de medicamentos cuando lo indique un profesional sanitario. "Los antinflamatorios pueden llegar a ser muy peligrosos y algunos fármacos con claros efectos beneficiosos, como los antihipertensivos, en circunstancias especiales -como la deshidratación en personas mayores- pueden volverse perjudiciales y provocar un fallo renal agudo", ha añadido el experto.
El síntoma más frecuente para detectar este daño es la disminución o ausencia en el volumen de orina, aunque hay casos en los que solo se puede detectar por análisis de sangre y orina. Por eso, el Dr. Gainza ha recordado que "la principal medida preventiva es garantizar la hidratación de las personas, especialmente de aquellas que pertenecen a grupos más vulnerables: ancianos, niños pequeños o personas con pluripatología. En ellos hay que evitar las sustancias tóxicas y emplear los medicamentos menos dañinos, o si son imprescindibles, ajustar siempre la dosis a las circunstancias de cada individuo".