Una enfermedad de tipo crónico, es lo que normalmente se conoce como "ATM" o dolor de la mandíbula. Esta enfermedad parece afectar al 80% de la población. Un 18% de la población requiere tratamiento y suele emplearse la férula oclusal ("splint") como el más común. Tanto si se usa la férula como si no se hace nada, este problema suele evolucionar de forma favorable y es tolerado sin mayores consecuencias. Sin embargo, un 3% de la población sufre los síntomas de un modo severo o grave, con dolor de gran intensidad y, con frecuencia, limitación de la apertura bucal. Masticar se convierte así en una tarea dolorosa y este dolor puede ser incapacitante. Por ello, tanto el coste personal (solamente en USA asciende a varios miles de millones de dólares) así como el absentismo laboral, por la imposibilidad de realizar las labores comunes, pueden ser elevados y de consecuencias dramáticas.
Esta enfermedad fue descrita por primera vez por Costen, un médico Otorrinolaringólogo, que vio que los síntomas óticos (oir ruidos inexistentes, mareos, vértigos) eran frecuentes. Sus pacientes solían tener la dentición desgastada y le atribuyó esta enfermedad a lo que llamó "colapso de mordida". La realidad es que corregir ese colapso de mordida no cura esta patología, por lo que hoy se considera que Costen estaba equivocado y que otros factores, que aún no se conocen del todo, podrían ser los que la causan.
Ahora, al demostrar esta asociación de características mediante el "Síndrome de lado habitual de masticación", resulta lógico que esta patología pueda responder predecible y favorablemente a un tratamiento de equilibración oclusal. En la experiencia del equipo, recuperar la manera de cerrar la boca suavemente y sin impedimentos, a la vez que restaurar, reponer y/o remodelar los dientes y muelas, especialmente en el lado que menos se emplea para masticar, puede eliminar o reducir drásticamente los síntomas.
Esta investigación permite dar esperanza a los miles de pacientes que conviven con dolor en la ATM. Hasta el momento, sólo podíamos abordar este problema de un modo paliativo con el empleo crónico de medicación o férulas.
Lograr el éxito del tratamiento puede requerir disponer de los dientes "funcionales" y tener una dentición íntegra, sin caries que duelan o espacios desdentados que dificulten la función masticatoria. De hecho, la equilibración oclusal correctamente realizada después de la colocación de implantes o después del tratamiento ortodóncico puede, en opinión del Dr. Santana, no solamente eliminar los síntomas del paciente, sino también, tener un efecto preventivo, evitando que aparezca en personas que no lo sufrían antes de realizar cambios importantes en la boca.
De hecho el equipo en el que esta incardinado el Dr. Santana Mora está llevando a cabo un ensayo clínico abierto prospectivo para valorar la eficacia del tratamiento. Éste (P11/2057) es uno de los, solamente, 31 ensayos clínicos independientes en España que financia y promueve el Instituto de Salud Carlos III del Ministerio de Innovación y Ciencia, esperando que esté concluido y divulgado el próximo año 2016.