La vuelta a la rutina tras el período vacacional resulta difícil para casi todo el mundo. Aunque nos guste nuestro trabajo, es habitual sentirse decaído a la hora de retomar nuestras obligaciones, un estado que, de forma habitual, puede durar entre un día y una o dos semanas. El problema se presenta cuando estos síntomas se prolongan en el tiempo.
Como señala la Dra. Cecilia Almuiña Tojo, directora de International Medical Institute de Vithas Internacional, "la llamada depresión posvacacional engloba un conjunto de síntomas físicos y psicológicos que presentan algunas personas al reincorporarse al trabajo después del período estival. No se trata de una enfermedad, sino de un proceso adaptativo, autolimitado y reversible". En este sentido, como aclara la especialista, "aunque es habitual emplear el término depresión, sería más correcto hablar de síndrome posvacacional".
El cansancio, la falta de apetito, la somnolencia y la dificultad para concentrarse son algunos de los síntomas físicos más frecuentes. A nivel psicológico es habitual sentir apatía, desinterés y una discreta sensación de tristeza. "Este estado no debe prolongarse más de una o dos semanas. Si esto ocurriera sería conveniente consultar con su médico de referencia para descartar la existencia de algún proceso subyacente", apunta la Dra. Almuiña, que incide en la necesidad de conocer la situación individual de cada paciente para proporcionar unas pautas concretas en cada caso, ya que "no existen enfermedades, sino enfermos". Vithas Internacional pertenece al grupo sanitario Vithas que cuenta en España con 19 hospitales y 25 centros especializados denominados Vithas Salud.
Pautas para superar el síndrome posvacacional
Para superar el "bajón" puntual que supone la vuelta a la rutina, la Dra. Almuiña nos da una serie de consejos que pueden contribuir a una progresiva readaptación.
- Mantener una actitud positiva y proactiva es fundamental, entendiendo que los síntomas que se presentan son reactivos a una situación conocida y transitorios.
- Buscar nuevas metas y proyectos, marcarse nuevos objetivos, todo ello contribuye a la automotivación, lo que influirá notablemente en nuestra actitud.
- Mantener horarios regulares, tanto durante el día, como en las horas de acostarse y levantarse, nos ayudará a interiorizar el hábito.
- Es fundamental contar con tiempos de descanso adecuados, ya que la falta de sueño incrementará los síntomas del síndrome posvacacional.
- Seguir una dieta equilibrada y saludable, intentando compensar los excesos del verano, también es recomendable.
- Recuperar o iniciar una rutina de ejercicio físico que nos resulte estimulante.
- Tomarnos un tiempo para nosotros mismos.