El uso de psicofármacos en niños y adolescentes ha experimentado un importante auge en los últimos años debido a un incremento de las prescripciones tanto por parte de médicos de familia y pediatras como de psiquiatras generales o pediátricos. "Ha habido un aumento importante en el consumo de estos medicamentos en menores y no siempre está justificado; habida cuenta que el empleo inadecuado de algunos de estos fármacos puede suponer un factor de riesgo para el proceso evolutivo del menor", señala el psiquiatra José Luis Pedreira Massa, jefe de la Unidad de Trastornos Mentales de Infancia, Adolescencia y Adulto Joven de la Clínica La Luz.
Esta y otras cuestiones relacionadas con el uso de psicofármacos (antidepresivos, somníferos, estimulantes, antipsicóticos, etcétera) en menores fueron abordadas este sábado por distintos especialistas en el marco de la I Jornada ‘Tratamiento psicofarmacológico en niños y adolescentes', organizada por los coordinadores de la Unidad de Trastornos Mentales en Infancia, Adolescencia y Adulto Joven de la Clínica La Luz, los psiquiatras infantiles José Luis Pedreira Massa y Carlos González Navajas.
Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), cada año más de 3.000 menores de 14 años son ingresados en España por problemas de salud mental como esquizofrenia, psicosis y trastornos de la personalidad, "y eso sin contar con todos aquellos que no reciben atención hospitalaria pero sí tratamiento psiquiátrico especializado", añade el doctor Pedreira.
Los expertos coinciden en que, ante la extensión de la administración de estos medicamentos, es necesario un análisis en profundidad sobre en qué casos hay que utilizar estos fármacos, cómo evitar el abandono de los tratamientos, cómo se debe trabajar con los padres para lograr una adecuada administración de estos medicamentos o cuál es el especialista indicado en cada caso para prescribir determinados fármacos.
Según datos expuestos durante la jornada, "el 16.4% de los lactantes reciben psicotropos antes de los 9 meses de edad, que en ocho de cada 10 ocasiones son prescritos por médicos de familia y/o pediatras. "Algo similar –señala el doctor Pedreira-- ocurre entre los cuatro meses de edad y los seis años: reciben psicofármacos el 15.7% que en su mayoría son prescritos por el médico de familia, el pediatra o incluso son proporcionados por los propios padres".
Un caso particular es el de los trastornos del sueño en la infancia, que representan el 28% de toda la patología psicosomática en esta edad "y que en los 18 primeros meses es la forma sintomática dominante de presentación de los trastornos mentales". "Pues bien en el 85% de estos casos se prescriben psicofármacos de entrada, y eso que hay que tener en cuenta que toda demanda de sedantes o somníferos para un niño o niña debe ser considerada, por el médico de familia y por el pediatra, como un verdadero factor de riesgo para el conjunto del proceso evolutivo", agrega el doctor Pedreira.
En cuanto a la tendencia, los especialistas coinciden en que se está dando un importante aumento en las prescripciones, siguiendo la tendencia ya marcada en el periodo 1992-2001, "cuando el incremento de prescripciones de psicofármacos en la infancia fue del 70% y el uso de antipsicóticos en pacientes menores de 10 años se multiplicó por seis", agrega el doctor Pedreira.
RIESGO DE PRESCRIPCIONES INADECUADAS
En resumen, tal como señala por su parte el doctor Carlos González Navajas, también responsable de la Unidad de Trastornos Mentales de Infancia, Adolescencia y Adulto Joven de la Clínica La Luz, los últimos estudios realizados, como las investigaciones del profesor H. van Engeland en medicación contra el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), "evidencian que en muchos casos el fármaco prescrito es inadecuado tanto por la propia elección del principio activo como por la dosificación y duración del tratamiento".
También vemos en muchas ocasiones que la posibilidad de prescribir un psicofármaco ante un síntoma o grupo sintomático presente en un niño depende de la especialidad del médico. Según datos puestos de manifiesto en el encuentro, ante un mismo síntoma los médicos de familia y pediatras prescriben psicofármacos en un 25-30% de los casos, frente al 18-25% de los psiquiatras generales y el 10-12% de los psiquiatras infantiles.
"En general –destacan los doctores Pedreira y González Navajas—existe una dificultad a la hora de realizar la elección terapéutica adecuada para los trastornos mentales de la infancia y la adolescencia, a lo que se une una menor efectividad del tratamiento elegido para los menores y sus familias cuando este tratamiento es diseñado por psiquiatras de adultos".