"En el actual modelo de acceso a los medicamentos prima el ánimo de lucro de la industria farmacéutica por encima de la salud de los ciudadanos y es necesario que tanto los gobiernos como los profesionales y la sociedad civil se unan para modificarlo porque es un problema que afecta a todo el mundo, no sólo a los países con menos recursos". En esta idea coincidieron todos los expertos reunidos ayer en el Colegio de Médicos de Madrid (ICOMEM) para el debate "¿Qué está pasando con el acceso a medicamentos?", charla-coloquio organizado por el ICOMEM, Salud por Derecho y la Organización Médica Colegial (OMC).
En dicho foro el presidente del Colegio de Médicos de Madrid, el Dr. D. Miguel Ángel Sánchez Chillón, aseguró que "ninguna empresa farmacéutica invierte más del 16% en I+D y sólo se investiga si hay un interés económico en ello". Y añadió: "Hay varios estudios que ponen de manifiesto que el 80% de los medicamentos que salen al mercado ofrecen escasa innovación y ventajas terapéuticas".
En esta línea, Dña. Katy Asthersuch, asesora de políticas e innovación médica de la Campaña de Acceso a Medicamentos de Médicos Sin Fronteras, señaló que "las farmacéuticas saben que el rendimiento económico que pueden sacar si apuestan por medicamentos dedicados a enfermedades cardiovasculares u oncológicas es altísimo pero hay otras enfermedades que están completamente olvidadas; incluso el problema de la resistencia antimicrobiana no les interesa porque no da beneficios".
¿Cómo se puede solucionar?
Los expertos participantes en esta mesa de debate coincidieron en resaltar que el problema del acceso a los medicamentos ya viene de lejos pero que se ha agravado con la crisis. Y, se plantearon distintas iniciativas para avanzar en la búsqueda de una solución.
La directora de Salud por Derecho, Dña. Vanessa López, recalcó la mesa la importancia de la transparencia en todo el proceso. Además, afirmó: "Si un fármaco no tiene valor terapéutico que no se financie; se tiene que poner un precio asequible a los fármacos teniendo en cuenta el coste real y un beneficio razonable" y que "cuando los medicamentos se desarrollen en parte con fondos públicos debe ser necesario establecer condiciones por parte del Estado para que, una vez en el mercado, el medicamento sea accesible para todos a un precio asequible".
Por su parte la eurodiputada del grupo S&D, la Dra. Dña. Soledad Cabezón, autora de un informe que será votado el próximo 31 de enero en la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria del Parlamento Europeo, apuntó que "para solucionar la falta de medicamentos asociados a las necesidades reales hay que revisar, sobre todo, los incentivos".
El Dr. D. Fernando Lamata, experto en Salud Pública y Política Farmacéutica, añadió que "tiene que haber un nuevo modelo de investigación y un convenio internacional con las prioridades puestas en las necesidades de salud, una investigación abierta y unos precios razonables". En esta misma línea, Katy Asthersuch, indicó que "necesitamos un liderazgo e implicación políticos que exijan un cambio; no hay que dejar las cosas en manos del mercado".
El presidente de la OMC, el Dr. D. Juan José Rodríguez Sendín, reclamó una mayor sensibilidad social que movilice al aparato político con el fin de asegurar la sostenibilidad de los sistemas de salud y su universalidad. En estos momentos, como destacó, "el gasto en medicamentos representa un alto porcentaje del gasto sanitario y su crecimiento sin control es un determinante clave que afecta a dicha sostenibilidad". Es por ello que abogó por una regulación específica en la UE para la fijación de los precios de los fármacos así como por "medidas que garanticen el acceso equitativo, sobre todo, a aquellos medicamentos considerados imprescindibles para la vida".