Con la progresiva subida de los termómetros y las primeras alergias, comienza a aflorar entre la población un conjunto de manifestaciones como son el cansancio constante, la fatiga intelectual con dificultad para concentrarse, alteraciones del apetito, del sueño, del humor, tristeza… la razón es tan común como prevenible: la astenia primaveral. Desde el Colegio de Farmacéuticos de Almería corroboran que las consultas en las boticas estos meses son frecuentes y recuerdan que la toma de complejos vitamínicos, debe ser controlada y con recomendación profesional, ya que "es importante tener en cuenta el consejo de los facultativos para saber cómo tomarlo, cuándo y durante cuánto tiempo". Existe un complemento específico para cada situación, y el consejo farmacéutico es fundamental para determinar cuál es el más adecuado para cada persona.
La mejor forma de prevenir la astenia primaveral, recuerdan desde el colegio profesional, es mantener hábitos saludables como respetar las horas de sueño con horarios fijados, hacer ejercicio de forma regular; disminuir los hábitos tóxicos como el exceso de ingesta de alcohol, café, tabaco o somníferos; y llevar una nutrición adecuada y acorde al cambio de las temperaturas, incrementando el consumo de frutas, verduras y hortalizas, comer menos carnes y aumentar el pescado azul, no abusar de alimentos precocinados o fritos y beber agua con bastante frecuencia hasta un total mínimo de dos litros de agua.
Los datos revelan que, aunque puede afectar a toda la población por igual, incluso niños, son las mujeres de entre 35 y 50 años quienes sufren en mayor medida esta bajada de fuerzas y ánimo transitorios.
"La astenia primaveral no es una enfermedad como tal, sino un trastorno temporal que viene determinado por el cambio de luz solar y el cambio brusco de temperatura, al organismo le cuesta adaptarse", señala Pepita Ortega, presidenta del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Almería. Desde el colectivo recuerdan que la astenia primaveral suele tener una duración de entre 10 a 20 días, en ningún caso debe ser más de un mes. "Si se produce una situación prolongada estaríamos hablando de un problema mayor, por lo que en esos casos sí aconsejamos acudir al médico".
Otras astenias pueden ser manifestaciones de una enfermedad más grave que puede estar provocada por factores externos, como el estrés, la hiperactividad, la ansiedad por la carga o ausencia de trabajo o por el exceso de entrenamiento deportivo.