Los viajes a determinados destinos pueden suponer para el viajero internacional la posibilidad de entrar en contacto con enfermedades inexistentes en nuestro país o con otro tipo de patologías poco frecuentes en nuestro medio. Por ello, desde el punto de vista sanitario, la Sociedad Española de Farmacéuticos de Atención Primaria (SEFAP) recomienda tomar una serie de medidas preventivas antes de viajar a aquellos países en los que existe algún riesgo para la salud que pueda depender de factores como las características epidemiológicas de la zona elegida para el viaje, de las infraestructuras sanitarias del país de destino, así como del tipo de viaje que se realice.
"Las recomendaciones sanitarias deben realizarse de forma individualizada debido a que el riesgo de adquirir enfermedades varía, entre otros muchos factores, de un país a otro, de la zona que se visita, de la época del año y de la duración y tipo de viaje, así como de las características propias de cada viajero", sostiene Cristina Pérez Díez, farmacéutica de atención primaria de Teruel.
Decálogo de consejos sanitarios
Pese a la necesidad de individualizar las recomendaciones la portavoz de la SEFAP ofrece diez consejos sanitarios generales para viajar al extranjero sin poner en riesgo nuestra salud:
- No deje para el final los aspectos sanitarios de su viaje. Prepárelos con suficiente antelación.
- Consulte con un Centro de Vacunación Internacional si va a viajar a países de África, Asia, Sudamérica o Centroamérica con una antelación mínima de seis semanas antes del inicio del viaje: "Estos Centros ofrecen una atención integral al viajero internacional mediante la información sobre la situación sanitaria del país de destino, administración o recomendación de las vacunas necesarias y demás medidas preventivas que se deben adoptar. Determinadas vacunas son obligatorias para entrar en algunos países y las autoridades sanitarias exigen el Certificado de Vacunación como requisito de entrada. Otras vacunas, por su parte, pueden ser recomendables durante un viaje, como es el caso de la vacuna contra la hepatitis A, una enfermedad endémica en algunos países en desarrollo que se propaga fundamentalmente a través de la ingesta de agua y alimentos contaminados y por contacto directo con personas infectadas", señala Cristina Pérez, que recuerda que además de la vacunación específica para el destino, "es aconsejable que todos los viajeros tengan actualizado su calendario vacunal sistemático y estén correctamente vacunados de difteria-tétanos, para lo que se puede consultar con el médico de familia".
- Prepare un pequeño botiquín de viaje: Debe incluir material de cura (esparadrapo, antiséptico para heridas, vendas), termómetro clínico y tijeras; repelente de insectos y algunos medicamentos para síntomas menores tales como antihistamínicos para las picaduras de insectos, sales de rehidratación oral, analgésicos y antidiarreicos. "En el caso de que el viajero padezca alguna enfermedad es aconsejable una visita al médico para que le facilite un informe actualizado y, en su caso, recete la medicación necesaria en cantidad suficiente para cubrir el periodo de tiempo que dure la estancia en el extranjero. Incluso, sería interesante poder llevar una traducción del informe clínico. Por último, según las características del viaje, es aconsejable valorar con el médico de familia la conveniencia de llevar antibióticos. En caso de no utilizarlos durante el viaje, hay que desecharlos a la vuelta en el punto SIGRE de las oficinas de farmacia", explica la farmacéutica de atención primaria.
- No olvide llevar consigo, en caso necesario, la medicación recomendada para la quimioprofilaxis del paludismo. Cristina Pérez recuerda al respecto que el tipo de quimioprofilaxis "varía según la zona a visitar" y que la prescripción de los medicamentos debe ser realizada de forma individualizada por personal sanitario. "Los viajeros internacionales deberán tomar quimioprofilaxis antes, durante y después del viaje, siendo importante cumplir el régimen quimioprofiláctico", añade.
- Recuerde las medidas preventivas básicas con el agua y los alimentos para evitar algunas enfermedades como la diarrea del viajero, la enfermedad más frecuente entre los viajeros. "Para reducir su riesgo se deben cumplir las medidas preventivas básicas con el agua y los alimentos: lavarse las manos con frecuencia antes y después de comer, manipular alimentos o ir al baño; beber agua embotellada o debidamente tratada; no tomar hielo que no haya sido preparado con agua segura; consumir solo leche envasada y derivados lácteos debidamente higienizados; prestar atención a la repostería y a los helados, que pueden ser origen de enfermedades; evitar consumir pescado y marisco crudo; tener cuidado con las salsas y preparados que contengan huevos crudos; la fruta debe ser pelada personalmente y las verduras no deben comerse crudas; Por último, es recomendable evitar la comida de los vendedores callejeros", aconseja la experta.
- Utilice sombrero, gafas de sol y cremas de protección con filtro solar especialmente si viaja a países tropicales en los que la exposición al sol puede provocar graves insolaciones.
- Beba abundantes líquidos ya que el calor y la humedad pueden provocar agotamiento, deshidratación o un golpe de calor.
- Protéjase contra las picaduras de insectos. "La primera línea de defensa contra las enfermedades transmitidas por insectos, muy frecuentes en el trópico, consiste en protegerse contra las picaduras con el uso de ropa de protección, repelentes contra los insectos y mosquiteros tratados con insecticidas de larga duración para dormir", recomienda.
- Extreme las medidas de precaución y cumpla estrictamente las normas de tráfico vigentes en cada país. "Los accidentes de tráfico son la principal causa de muertes en los viajeros", recuerda la farmacéutica de atención primaria.
- Evite los baños en agua dulce, ya que pueden ser origen de enfermedades, entre ellas las parasitarias.