El hábito de fumar no sólo eleva significativamente el riesgo de aparición de distintos tipos de disfunciones sexuales en el hombre y en la mujer sino que también "pasa por ser una de las actitudes menos seductoras" a la hora de encontrar una pareja, según han concluido los sexólogos, médicos y psicólogos reunidos en el XI Congreso Español de Sexología, que se celebra en Santiago de Compostela.
Organizado por la Federación Española de Sociedades de Sexología (FESS), este encuentro tiene como objetivo poner de manifiesto que el tabaco interfiere perjudicialmente sobre los principales "pilares" de la sexualidad, especialmente sobre la seducción, condicionada por la impresión que provocan los dientes amarillos, el aliento fuerte y molesto y la piel debilitada y deshidratada derivados del tabaquismo.
Según explica la presidenta de la FESS, Miren Larrazábal, "los fines de la sexualidad son la reproducción (afectada por el tabaco), el placer (también afectado por el consumo de cigarrillos) y la comunicación (en cuyo apartado se encuentra de forma primordial la comunicación persuasiva o seducción)".
Además, cada cigarrillo produce, por el efecto de la nicotina, en torno a media hora de vasoespasmos arteriales, por lo cual, si alguien está despierto unas 16 horas al día y fuma 30 cigarrillos diarios, no le da suficiente descanso a sus arterias, comentan desde la FESS.
Esto provoca que las arterias se mantengan en contracción casi toda la jornada, un hecho que no ayuda a que los vasos de los genitales reciban la sangre que necesitan y se dilaten para lograr la erección en el hombre o la lubricación en la mujer, subrayan los especialistas.
A nivel general, la nicotina del tabaco tiene una incidencia negativa en todos los niveles de la salud humana. De hecho, el efecto de ciertas sustancias y metales tóxicos contenidos en los cigarrillos (cadmio, aluminio, cobre, níquel, cromodisulfuro de carbono y cianuro hidrogenado) disminuyen la distribución del oxígeno e incrementan el trabajo cardíaco, con un ascenso del colesterol total, del LDL -colesterol "malo"-, los triglicéridos y un descenso del HDL -colesterol "bueno"-.