El cólera está mostrando su poder mortal en Haití. La epidemia, que llegó al país tras el terremoto de 2010, ha repuntado con fuerza después del paso del huracán Matthew. Se está dejando sentir especialmente en los departamentos del Sur y Grande-Anse, justamente unos de los más afectados por el ciclón, donde ya se han confirmado 29 muertes por esta causa. Incluso antes del huracán, Médicos del Mundo venía advirtiendo de un repunte de la enfermedad: entre enero y agosto se contabilizaron 27.000 casos, un 27% más que en el mismo periodo del año anterior. Tras el desastre ambiental, se estima que a fin de año puedan alcanzarse las 50.000. Aunque es difícil conseguir datos precisos porque varias zonas afectadas por el huracán permanecen inaccesibles, la situación es extremadamente preocupante.
Las delegaciones de Médicos del Mundo han realizado ya tres envíos de material de emergencia -dos desde Francia y uno desde España-, compuestos por varias toneladas de medicamentos y kits higiénicos. Estos últimos son imprescindibles para combatir el cólera, que se transmite con facilidad en entornos superpoblados, con agua estancada y condiciones de salubridad deficientes, justo en las que vive la mayoría de la población haitiana: el 75% de ella no tiene acceso a baños adecuados y la mitad no dispone de agua potable.
"Muchas carreteras son todavía impracticables y numerosos puntos de atención sanitaria han quedado dañados. De modo que, además de la destrucción de edificios, ahora tenemos que enfrentarnos a una mayor demanda de atención sanitaria con menos medios. La ayuda humanitaria es urgente, pero consolidar la reconstrucción del país a largo plazo es imprescindible", señala Federica Badocco, coordinadora de Médicos del Mundo España en Haití.
Sin medidas a largo plazo que mejoren la salud pública y ahonden en la mejora de las capacidades del sistema sanitario haitiano será difícil que disminuyan los casos o que no aumenten desmesuradamente ante crisis concretas como ésta, por lo que urge sensibilizar a los donantes y al gobierno local sobre la necesidad de programas duraderos con un objetivo de cambio sustancial. Por otra parte, es necesario poner en marcha medidas de reducción de riesgo en desastres que permitan minimizar las consecuencias de los mismos.
La intervención de Médicos del Mundo tras el huracán y el repunte del cólera
Ante este escenario, hemos sumado unidades móviles a los programas ya operativos en la zona -en colaboración con el ministerio de salud haitiano- y hemos enviado personal sanitario y logístico de refuerzo que se está ocupando del tratamiento de pacientes y de instalar retretes y fuentes seguras de agua en las comunidades que lo necesitan, con el objetivo de romper la cadena de propagación de la epidemia lo antes posible. El consorcio internacional de Médicos del Mundo trabaja activamente en 32 estructuras sanitarias haitianas, la mayor parte centros especializados en tratamiento de cólera y puntos de rehidratación oral (administración de suero). Están situados en los departamentos del Oeste, Noroeste, Sur, Nippes, Grand Anse y Artibonite, en los que se han registrado 235 nuevos casos de esta patología tras el paso del huracán.
Por otra parte, es preocupante el riesgo de malnutrición y los fallos en la seguridad alimentaria que pueden darse en el país, teniendo en cuenta que las regiones afectadas son las más agrícolas.