El 20% de la población mundial occidental padece actualmente hígado graso. Se trata de una enfermedad cuyo mecanismo consiste en una acumulación de grasas en el hígado del paciente y, en estadios más avanzados de la enfermedad, se produce una cirrosis.
Owl Genomics ha desarrollado un innovador test que permite a los especialistas en este tipo de dolencias diagnosticar con un elevado nivel de confianza si el paciente sufre la enfermedad, para lo que se ha desarrollado una técnica por medio de un simple análisis de sangre que posibilita identificar a los enfermos.
La cirrosis hasta ahora se diagnosticaba mediante una biopsia y el nuevo método evitará los riesgos de la misma.
Para llegar a este descubrimiento, los responsables del laboratorio comenzaron a realizar, en el año 2004, las primeras pruebas y durante varios meses contaron con la participación de más de 500 pacientes voluntarios para probar el test cuyos resultados han sido óptimos.
Entre las principales ventajas que ofrece el test se encuentran que se trata de una técnica no invasiva y muy precisa y que es una técnica que permite comprobar la evolución del paciente.
La empresa vasca ha firmado un convenio con una firma especializada en la innovación biotecnológica para comercializar las primeras unidades.