Hoy es el Día Mundial de la Esclerosis Múltiple

Hoy, 25 de mayo, se celebra el Día Mundial de la Esclerosis Múltiple. En el marco de esta celebración, la Federación Española para la Lucha contra la Esclerosis Múltiple (FELEM) quiere hacer visible esta enfermedad y reivindicar diferentes acciones para mejorar la calidad de vida de las personas con esta enfermedad. Con este objetivo de sensibilización social, FELEM está organizando numerosas actividades a lo largo de toda España. Se puede encontrar más información sobre estas acciones en www.esclerosismultiple.com.

La desorientación, los estereotipos y los prejuicios prevalentes en la sociedad actual sobre esta enfermedad hacen que el asesoramiento y la información sean cada vez más necesarios, no solo para los pacientes, sino también para los familiares y su entorno.

La esclerosis múltiple es una enfermedad crónica del sistema nerviosos central que afecta en España a 50.000 personas. Es una de las enfermedades neurológicas más comunes entre la población de 20 a 30 años y su incidencia es mayor en las mujeres que en los hombres. La causa de esta mayor prevalencia en las mujeres no está clara aunque "numerosos estudios señalan los cambios hormonales como principal factor subyacente, puesto que es a partir de la pubertad, precisamente, cuando los niveles hormonales aumentan y pueden aparecer los primeros síntomas", ha explicado el Dr. Alfredo Antigüedad, jefe de Servicio de Neurología del Hospital de Basurto, en la mesa redonda "Esclerosis Múltiple y Mujer" organizada por Novartis con la participación de la Fundación Vasca de Esclerosis Múltiple Eugenia Epalza en el marco del Día Mundial de la Esclerosis Múltiple.

Entre los síntomas que puede producir esta enfermedad destaca la fatiga, la falta de equilibrio, el dolor, las alteraciones visuales y cognitivas, las dificultades del habla, temblor, etc. Según ha afirmado el Dr. Antigüedad, "los trastornos visuales y la pérdida de fuerza en las extremidades son los primeros síntomas de la enfermedad y suelen aparecer entre los 20 y los 40 años".

El curso de esta enfermedad no se puede pronosticar. Mientras algunos pacientes pueden llevar una vida prácticamente normal, otros ven su calidad de vida muy afectada. De hecho, en los casos más severos se puede producir invalidez y movilidad reducida.

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