Según alertan los expertos, el constante contacto de la piel con la orina puede constituir un grave problema en las personas con incontinencia urinaria. La urea de la orina en contacto con las bacterias de la zona se puede descomponer y formar amoniaco. Esta sustancia y la constante humedad actúan como irritantes de la piel que puede sufrir úlceras o una erupción. La barrera defensiva de la piel dañada puede propiciar las infecciones de las vías urinarias y la humedad predispone a la infección por el hongo Candida.
La mejor prevención de estos problemas radica en mantener la piel lo más seca y limpia posible. Por ello, los expertos aconsejan lavar y secar a conciencia la zona después de cada escape de orina, así como cambiar la compresa de incontinencia o el pañal tantas veces como sea necesario.
Se debe emplear agua y jabón neutro diluido y no se debe olvidar enjuagar muy bien la piel y secar con suaves toques y sin restregar la zona. Los limpiadores cutáneos deberían ser muy suaves. Existen productos específicos de farmacia para evitar la resequedad o la irritación, aunque algunos de estos productos no requieren enjuague. Además, es necesario prescindir de jabones perfumados ya que irritan la piel.
Una pomada humectante con función barrera sobre la piel puede ayudar a mantener la hidratación de la piel y proteger la zona de la orina. Estas pomadas, con óxido de zinc, lanolina o vaselina, crean una barrera protectora sobre la piel. Se debe aplicar la pomada tras la limpieza de cada episodio de incontinencia.
Por otro lado, se debe consultar con el médico cualquier irritación que presente empeoramiento paulatino y mal aspecto, ya que las infecciones son frecuentes y requieren un tratamiento específico.