Una investigación de Mundipharma International Limited revela que en toda Europa un 28% de las personas aquejadas de artritis reumatoide que trabajan y sufren rigidez matinal durante al menos una hora al día han reducido el número de horas de su jornada laboral.
Además, el 29% no pueden trabajar como consecuencia directa de dicha rigidez y casi la mitad de las personas encuestadas creen que su rendimiento laboral se ve perjudicado negativamente por esta dolencia.
Dos de los síntomas más angustiosos que padecen los pacientes son la rigidez y el dolor de las articulaciones, que pueden ser más pronunciados por las mañanas. La complejidad de estos síntomas matinales, que también pueden incluir disfunciones físicas, puede generar dificultades para realizar las tareas a primera hora del día. El estudio descubrió que cuatro de cada diez personas encuestadas estaban de acuerdo en que una reducción de la rigidez en las articulaciones durante tan solo 30 minutos cada mañana mejoraría significativamente su calidad de vida, lo que les ayudaría posiblemente a superar los obstáculos matinales que repercuten en su vida laboral. Los retrasos y el aumento del absentismo laboral también constituyen un problema para estos pacientes.
La investigación también reveló que este síntoma no solo afecta a la productividad, a la jornada laboral y al absentismo, sino que también supone una carga emocional. De todas las personas encuestadas y cuyo trabajo se ve negativamente afectado por la rigidez matinal, un 33% afirmaron no tener paciencia, sufrir falta de concentración (28%) y sentirse presionados (20%). Además, el 11% de los encuestados indican que tienen dificultades en las relaciones laborales.
La artritis reumatoide es una enfermedad inflamatoria, crónica y degenerativa que daña el cartílago y la masa ósea de las articulaciones afectadas. Las mañanas son el peor momento del día para las personas aquejadas de esta enfermedad. La rigidez y el dolor que sufren pueden generar dificultades en la movilidad y a la hora de realizar las tareas matinales cotidianas, lo que repercute considerablemente en su calidad de vida. Se estima que unos tres millones de personas sufren artritis reumatoide en Europa.