Según se desprende de un estudio realizado en colaboración entre el Hospital Sant Joan de Déu, el Hospital Mútua de Terrassa y la Universidad de Barcelona que publica la revista Alimentary Pharmacology and Therapeutics, la prevalencia de la enfermedad celíaca en la infancia es cinco veces superior a la de la población adulta.
La enfermedad celíaca es una alteración autoinmune del intestino delgado desencadenada por algunas moléculas no digeribles del gluten, que ocurre en personas genéticamente predispuestas. El gluten forma parte de las proteínas de reserva de los cereales: trigo, centeno, cebada y otros.
De momento no es posible prevenir la enfermedad celíaca. Ello se debe a su origen multifactorial y al desconocimiento de los factores ambientales y genéticos que, junto al gluten de la dieta y el perfil de susceptibilidad genética, inducen la respuesta anómala del sistema inmune intestinal. En cambio, si que están bien establecidos los grupos de riesgo para la enfermedad, como los familiares de primer grado, los pacientes con diabetes tipo 1 y con síndrome de Down, por ejemplo.
En la actualidad, se está llevando a cabo un importante estudio para investigar si la administración de pequeñas cantidades de gluten en lactantes puede inducir que el sistema inmune "aprenda" a tolerar esta proteína. Este proceso de inducción a la tolerancia se aplica en niños genéticamente susceptibles como son los familiares de pacientes con enfermedad celíaca.