Entre un 0,5 y un 1,3% de la población se identifica como transgénero. Es decir, son personas cuya identidad de género, expresión de género o conducta no se ajusta a aquella generalmente asociada con el sexo que se les asignó al nacer, según la definición de la American Psychological Association. Esta prevalencia es mayor entre los adolescentes (entre un 1,2 y un 4,1%) y "ha aumentado en la última década y se estima que seguirá creciendo, debido a una mayor visibilización y una mayor aceptación familiar desde edades muy tempranas, que permiten a estas personas, ya desde muy jóvenes, mostrar quiénes son". Así lo explica el Dr. Ivan Mañero miembro de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE), especialista en cirugía de afirmación de género en IM CLINIC con más de 20 años de experiencia.
En cuanto a la proporción de géneros, el Dr. Mañero indica que en la infancia y adolescencia es más frecuente ver personas transgénero de mujer a hombre, mientras que en la edad adulta la relación se invierte. Con independencia del género con el que se identifiquen, "existen personas transgénero que aceptan sus genitales y viven de manera plena sin tener que pasar por ningún tipo de cirugía genital". Otras, en cambio, "acuden a un cirujano plástico para someterse a una afirmación de género porque sienten la necesidad de adecuar su genitalidad". Entre estos últimos se incluyen tanto pacientes jóvenes que "a pesar de haber tenido una plena aceptación familiar y haber pasado en su mayoría por un tratamiento endocrino, necesitan realizar este tipo de cirugía para paliar el nivel de sufrimiento que les provoca tener una genitalidad diferente a la esperada" como personas de mediana edad que "ahora encuentran una sociedad en la que la transexualidad se vive con mayor naturalidad y deciden dar el paso".
Tanto en uno como en otro caso, "la cirugía de afirmación de género no suele tener complicaciones graves". Si se cumplen unas premisas como que "el paciente tenga expectativas reales, conozca los beneficios y riesgos y se comprometa a hacer un cumplimiento terapéutico y un seguimiento médico correcto, numerosos estudios han demostrado que esta cirugía mejora la salud en general, tanto a nivel psíquico como social, así como la calidad de vida de los pacientes transgénero".
Por este motivo, "cada vez es mayor el interés y aceptación social de la población y las autoridades, así como la dedicación de los profesionales sanitarios que atienden a estos pacientes de forma inclusiva mediante affirming gender care. Todo esto está haciendo que esta subespecialidad de la cirugía plástica, la cirugía de afirmación de género, esté experimentando un auge y un impulso muy importante para su avance científico-médico y su mejor accesibilidad a un mayor porcentaje de población".
Cirujanos plásticos y equipos multidisciplinares
Estas intervenciones deben ser abordadas por "un equipo de enfoque multidisciplinar de género, que es fundamental para asegurar el éxito de una relación médico-paciente empática, profesional y positiva que consiga unos resultados medico-quirúrgicos satisfactorios y eficientes a largo plazo". En este enfoque participan desde los médicos y pediatras de Atención Primaria o los psicólogos clínicos que realizan la evaluación inicial hasta una gran variedad de especialistas y, con una especial relevancia, los cirujanos plásticos, reparadores y estéticos. "Los cirujanos de nuestra especialidad juegan un papel fundamental en la cirugía de confirmación de género. En muchos casos, lideran las unidades de género, que suelen estar formadas por un equipo con varios profesionales médicos y sanitarios, donde también intervienen cirujanos generales, ginecólogos, urólogos, cirujanos maxilofaciales, endocrinólogos, otorrinolaringólogos, psicólogos, fisioterapeutas, logopedas, equipo de enfermería y auxiliares, y coaching de pacientes", subraya la Dra. Ana Isabel Arnó, miembro de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE), especialista en cirugía de reafirmación de género y directora de Docencia en IM CLINIC (Ivan Mañero Clinic) de Barcelona y Madrid.
En cuanto a las técnicas empleadas, la cirugía de afirmación de género se divide en dos grandes grupos, la genital y la no genital. Dentro de la primera se engloban técnicas como la vaginoplastia, que consiste en la creación de una nueva vagina, y la faloplastia, que consiste en la construcción de un nuevo falo o pene. En la misma cirugía se eliminan las estructuras genitales anteriores, como los testículos en el caso de la vaginoplastia, y se crean nuevas estructuras adicionales morfofuncionales estéticas, como el clítoris y los labios mayores. En este campo se están produciendo importantes avances en los últimos años, como "la introducción de la laparoscopia, la cirugía robótica, técnicas nuevas y menos invasivas de medicina estética, avances en trasplante de útero e inteligencia artificial, así como el desarrollo de chips implantables y wearable devices", comenta el Dr. Mañero.
Además de la cirugía genital, la cirugía de afirmación de género también abarca otras intervenciones, como la feminización facial, la cirugía corporal o las intervenciones mamarias. Asimismo, las cirugías de género en ocasiones se complementan con otras intervenciones plásticas estéticas, como la rinoplastia, la blefaroplastia o el lifting facial y tratamientos de medicina estética, "de ahí la gran importancia del cirujano plástico, reparador y estético, para llevar a cabo estas cirugías de afirmación de género de la manera más eficiente y excelente posible", comenta la Dra. Arnó.