Se estima que alrededor del 20 por ciento de las parejas en edad reproductiva tiene problemas a la hora de tener un hijo. Por ello, cada vez más personas solicitan ayuda para convertirse en padres y es imprescindible ofrecerles soluciones avanzadas que permitan darles una respuesta eficaz, rápida y segura.
Aunque hay muchos factores que contribuyen al éxito de un proceso de reproducción asistida, uno de los más críticos es la selección de los embriones con el máximo potencial de desarrollo para que sean transferidos a la futura madre. Consciente de esta realidad, la Clínica Tambre ha incorporado el sistema Eeva, convirtiéndose en el primer centro de la Comunidad de Madrid en utilizar esta innovadora tecnología que acaba de llegar a Europa. Gracias a su utilización, ahora resultará más sencillo seleccionar los mejores embriones, aumentando las tasas de embarazo y de niño llevado a casa.
Rocío Núñez, Doctora en Biología, experta en Embriología y subdirectora de la Clínica Tambre, ha destacado que "en la Clínica Tambre ya contamos con experiencia sobre sistemas de selección embrionaria "Time lapse", donde podemos seleccionar los embriones con mayor potencial implantatorio sin necesidad de sacarlos del incubador. Sin embargo, hemos elegido el sistema Eeva, ya que nos permite esa selección sin necesidad de recurrir a complicadas fórmulas basadas en la experiencia de cada centro. Este sistema elige automáticamente los embriones considerados aptos para transferir, aumentando así las tasas de gestación, como se ha comprobado tras numerosos estudios ya publicados en prestigiosas revistas científicas".
Este método diagnóstico ha comenzado a comercializarse en España recientemente y fuera de nuestras fronteras se está utilizando en Estados Unidos, Canadá y Reino Unido, por ser los países más avanzados en técnicas de reproducción asistida. Con su llegada al laboratorio de la Clínica Tambre, el centro demuestra su compromiso con la mejora de los resultados en los pacientes, destacando por su carácter innovador tanto en el contexto nacional como mundial.
En este sentido, Rocío Núñez, ha señalado que la Clínica Tambre ha apostado desde su creación por la innovación y mejora continua, como lo demuestra el hecho de ser la primera Clínica de Reproducción Asistida que se ha certificado con la norma ISO 9001, y que ha conseguido ser finalista en los premios europeos de Excelencia (EFQM) durante dos años.
"Para ello, la Clínica Tambre cuenta con la Fundación Tambre, a través de la cual se llevan a cabo constantes proyectos de investigación en reproducción asistida, lo cual es imprescindible en una disciplina que avanza constantemente en el terreno científico y técnico", ha remarcado.
Este avance se suma a una larga lista de innovaciones incorporadas por la clínica desde su nacimiento en el año 2000. Como ejemplo, podemos citar que la Clínica Tambre ha sido pionera en incorporar unidades como la de Inmunología de la Reproducción, Unidad de Calidad de Vida, o la fundadora del primer Banco de Semen de la Comunidad de Madrid, y el segundo de España.
Hoy, ya son más de 5.000 los pacientes que han acudido al centro a solicitar ayuda profesional para tener un hijo, con una tasa de éxito del 50% por cada intento y del 75% por paciente.
Marcando la diferencia desde el laboratorio
El trabajo realizado en el laboratorio resulta decisivo en el éxito del tratamiento. Hasta ahora, los embriones se valoraban en función de su morfología gracias a fotografías tomadas cada 5 minutos en el exterior de la incubadora. Este estudio era subjetivo y la selección de unos u otros embriones podía variar según el criterio de los especialistas.
Ahora, las imágenes se captan dentro de la propia incubadora, de manera que se elimina el posible daño que se pudiese causar a los embriones. Además, la nueva tecnología complementa el estudio del aspecto de los embriones con información objetiva basada en los tiempos de división celular.
La combinación del estudio morfológico y el nuevo sistema de evaluación temprana de los embriones permite maximizar las posibilidades de éxito.
Además de resultar más seguro para el embrión porque se mantienen las condiciones de cultivo, otro beneficio del nuevo sistema será la reducción de los embarazos múltiples, ya que la correcta selección ayudará a reducir los embriones a transferir.