Según ha indicado la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), esta primavera la incidencia de las alergias puede ser alta debido al elevado índice de contaminación ambiental que han registrado algunas ciudades españolas en el pasado mes de febrero, así como a los cambios bruscos de temperatura experimentados en los últimos meses.
Estos fenómenos van a alterar la fisiología de las plantas, potenciando la agresividad del polen. Aunque los más de seis millones de alérgicos que hay en España comenzarán a notar los síntomas en marzo, será en los meses de abril, mayo y junio, cuando más se agudicen.
La contaminación es uno de los factores más prevalentes en este sentido. Los contaminantes afectan al desarrollo de la planta, lo que aumenta la capacidad alergénica de los pólenes. También el cambio climático, que extrema los fenómenos meteorológicos, provocará una prolongación de la temporada polínica, adelantando su inicio y retrasando su finalización.
Los alérgicos deben tener en cuenta que, en días de lluvia y humedad los índices de polen descienden a un nivel casi nulo, pero, con el buen tiempo y las altas temperaturas, se disparan.
Como todos los años, el agente que provocará una mayor sintomatología en los alérgicos será el polen de gramíneas. Expertos de la SEAIC, indican que ocho de cada diez pacientes alérgicos son sensibles a este tipo de polen.
Las estimaciones apuntan a que en España cerca del 25% de la población padece algún tipo de enfermedad alérgica, sobre todo rinitis alérgica y asma.