La dermatitis atópica es una de las enfermedades de la piel que más condiciona la vida de aquellas personas que la sufren. Actualmente es la patología cutánea crónica más común en el mundo desarrollado, se trata de una enfermedad que se caracteriza por el enrojecimiento e inflamación de la piel en unas localizaciones muy características que van variando con la edad y que producen un picor intenso. Según datos de la Academia Española de Dermatología y Venereología, tiene una prevalencia de entre el 5 y el 20% en España, que equivale a más de 2 millones de españoles. Unas cifras alarmantes pues en los últimos 30 años la incidencia de la enfermedad se ha duplicado y ya es la segunda causa más frecuente de visita al dermatólogo.
Con motivo de la celebración del Día Mundial de la Dermatitis Atópica, la compañía farmacéutica LEO Pharma, especializada en dermatología médica, quiere dar voz a todas aquellas personas que conviven con dermatitis atópica y visibilizar el impacto que esta enfermedad tiene en el día a día de los pacientes. Y es que, además de los síntomas propios de la patología, la dermatitis atópica también condiciona enormemente la calidad de vida de aquellos que la sufren ya que, en muchos casos, conlleva un elevado riesgo de comorbilidades psicológicas.
Recientemente ha cobrado relevancia la estrecha relación entre la dermatitis atópica y la salud mental: evidencias recientes sugieren un aumento del 60% del riesgo de padecer depresión en los pacientes con esta patología. La conclusión fue posible gracias a un proceso de revisión de hasta 20 estudios relevantes de cohortes y de casos y controles, en los que estuvieron involucrados hasta 141.910 pacientes con dermatitis atópica. El análisis de toda la información recogió que los pacientes con dermatitis atópica tienen un riesgo 1,6 veces mayor de padecer también depresión. A pesar de que la razón de esta asociación tan directa todavía no está definida, las vías hormonales o inmunológicas podrían ser una posible explicación. El aislamiento social y la ansiedad derivados de la dermatitis atópica también son factores que pueden aumentar el riesgo de depresión.
En este sentido, Marcin Kozarzewski, director médico de la compañía en España, señala que "la dermatitis atópica supone una afectación relevante a nivel psicosocial ya que altera las relaciones interpersonales, tiende a fomentar el aislamiento social del paciente debido a la limitación que produce y, sobre todo, continúa siendo un factor de estigma social muy importante".