Diferentes razones hacen prever que la azoospermia (ausencia de espermatozoides en el semen) y la aneyaculación (ausencia de eyaculación) cada día serán más frecuentes.
El laboratorio de andrología es un elemento clave para el diagnóstico y tratamiento de la azoospermia y las disfunciones eyaculatorias. En este sentido, los protocolos para el diagnóstico de estas patologías deben estar presentes en todos los laboratorios clínicos, con unas características de calidad máximas para que los resultados sean creíbles, reproducibles y útiles.
Por ello, en el marco de las XIV Jornadas del Comité Científico de la Sociedad Española de Bioquímica Clínica y Patología Molecular (SEQC), se celebra el curso Oligozoospermia, azoospermia y aneyaculación. "Mediante este curso, pretendemos incentivar la participación activa de los asistentes, con el objetivo de debatir y realizar una puesta en común de casos clínicos y experiencias propias de cada profesional en su laboratorio", explica la Dra. Isabel Sánchez Prieto, coordinadora del curso y miembro de la Comisión de Andrología y Técnicas de Reproducción Asistida de la SEQC.
Este será uno de los cinco cursos que tendrán lugar en las Jornadas que reúnen a los profesionales facultativos del laboratorio clínico los días 12 y 13 de mayo, en Madrid, según destaca el Dr. Javier Gella, presidente del Comité Científico de la SEQC. En este marco se hará entrega del Premio del Comité Científico al Dr. José Manuel González de Buitrago Arriero, en reconocimiento a su trayectoria profesional, y tendrá lugar la Lección Magistral Felip Antoja, que este año impartirá el Dr. Francisco V. Álvarez Menéndez, expresidente de la SEQC y que abordará ‘La investigación, un tema pendiente en el programa de formación del residente'.
Protocolo específico
La ausencia de espermatozoides en el eyaculado o la dificultad o incapacidad para alcanzar una erección pueden ser signos de cuadros complejos.
Por ello, el análisis debe comenzar con una entrevista clínica detallada donde se investiguen las enfermedades previas que hayan podido afectar a la salud reproductiva. La exploración física debe incluir el examen del aparato genital y después se pueden solicitar pruebas complementarias que orienten el diagnóstico etiológico.
Por su parte, el laboratorio primero debe confirmar que no se trata de un error preanalítico, comprobar que la muestra ha sido recogida correctamente, o solicitar nueva muestra de semen y orina posmasturbación. Para ello, debe contar con un protocolo específico para muestras sin espermatozoides. "Parámetros macroscópicos tan sencillos como el volumen y el pH del semen pueden darnos una valiosa información. En cuanto al análisis microscópico, se debe hacer por métodos estandarizados que garanticen la calidad de los resultados", apunta la Dra. Sánchez.
En cuanto a las opciones terapéuticas dependen de la patología e incluyen los tratamientos farmacológicos, quirúrgicos, eyaculación asistida y técnicas de reproducción asistida complejas, como la recuperación de espermatozoides del testículo y la inyección intracitoplásmica de espermatozoides o células precursoras.
Técnicas de fertilidad
En la práctica diaria del profesional del laboratorio clínico, encontrar un semen sin espermatozoides o una disfunción eyaculatoria es frecuente, de ahí la importancia de la formación en este campo.
"Aunque –apunta esta experta-, hay que matizar que la azoospermia no siempre es sinónimo de infertilidad. En casi todos los hombres con azoospermia obstructiva y muchos con azoospermia no obstructiva, pueden obtenerse espermatozoides por distintas técnicas, para conseguir una gestación biológica".
Hasta hace 25 años se pensaba que en las azoospermias no obstructivas, que constituyen aproximadamente el 60% de las azoospermias totales, no estaba indicado realizar una biopsia de testículo porque los espermatozoides testiculares no tenían capacidad fecundante. Cuando en el año 1992 empieza a utilizarse la Fecundación in vitro con inyección intracitoplásmica de espermatozoides(ICSI), se descubre que los espermatozoides no requieren la maduración en el epidídimo para conseguir fecundar al óvulo y se consiguieron los primeros embarazos mediante esta técnica; este hecho ha supuesto una importante modificación de la conducta diagnóstico-terapéutica de la azoospermia.
En la actualidad, si se identifica la causa genética subyacente a la azoospermia, incluso puede realizarse ICSI con diagnóstico genético pre-implantatorio y conseguir una descendencia sana de los varones con azoospermia de origen genético.
Dos casos concretos: tumores testiculares y diabetes
En las últimas décadas se ha duplicado la incidencia de cáncer testicular. Sin embargo, la supervivencia de todos los tumores en general, también se ha incrementado por los avances en los tratamientos antineoplásicos. Esto supone que los pacientes oncológicos en edad fértil se planteen la posibilidad de tener descendencia. El Laboratorio de Andrología interviene en la preservación de la fertilidad de los pacientes oncológicos y realizando las técnicas de reproducción asistida con los gametos criopreservados.
Por su parte, la diabetes se asocia a múltiples factores de riesgo para disminuir el potencial fértil del hombre: disfunción eréctil, disfunciones eyaculatorias e hipogonadismo. El riesgo aumenta con el mal control de la glucemia, la resistencia a la insulina y el aumento del índice de masa corporal. Pero, a pesar de ser frecuentes las disfunciones sexuales en los hombres con diabetes, solo unos pocos son diagnosticados y tratados.
El Laboratorio de Andrología ayuda en el diagnóstico de la eyaculación retrógrada, muy frecuente en estos pacientes realizando las técnicas de reproducción asistida necesarias.