Según un estudio publicado en la edición on line del Journal of Nutrition, existe una relación inversamente proporcional entre el consumo de nueces y el riesgo de sufrir diabetes tipo 2 en las mujeres. En este sentido, los resultados del trabajo indican que una ingesta de dos raciones de nueces a la semana se asocia con una reducción del 21% del riesgo de sufrir diabetes de tipo 2.
El Dr. David Katz, del Yale Prevention Research Center, considera las nueces un ingrediente esencial de una dieta equilibrada y variada. De hecho, afirma que "los resultados obtenidos, que normalmente solo se consiguen con potentes medicamentos, son sólidos y remarcables. Indican de manera fehaciente la importancia de consumir alimentos completos, como las nueces, en la lucha contra la diabetes".
La alimentación y los hábitos de vida son claves en la lucha contra la diabetes. Investigaciones recientes sugieren que tiene mayor importancia el tipo de grasa que se consume que la cantidad total de grasa que se ingiere. Las nueces se diferencian del resto de frutos secos porque se componen básicamente de ácidos grasos poliinsaturados, que se asocian a la reducción de la resistencia a la insulina y el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. Las nueces son el único fruto seco con una cantidad significativa de ácidos grasos Omega 3 de origen vegetal, que desempeñan un papel importante en la salud.