La impotencia es la incapacidad para mantener una relación sexual completa pero, hoy en día, se prefiere el término "disfunción eréctil" para definir la incapacidad permanente o recurrente para mantener una erección lo suficientemente firme como para realizar un coito satisfactorio. Se trata de una patología que aparece a partir de los 40 años de edad y que se eleva en frecuencia a medida que aumenta la edad de los hombres. Cerca del 40% de los varones españoles por encima de los 40 años de edad están afectados por esta patología, lo que da una idea bastante certera de la importancia de este problema a nivel de la población general.
Cerca del 40% de los varones españoles por encima de los 40 años de edad sufren disfunción eréctil
Por otra parte, las investigaciones realizadas sobre este problema sanitario muestran una estrecha relación con otra dolencia, la incontinencia urinaria. Parece ser que ambas patologías están estrechamente relacionadas por mecanismos fisiopatológicos comunes. Así, la disfunción eréctil puede ser consecuencia de la incontinencia o puede estar provocada por ella pero, afortunadamente, existen actualmente medicamentos que sirven para tratar ambos problemas, que son muy importantes a nivel individual ya que inciden seriamente sobre la calidad de vida del hombre.
Pueden aparecer las dos afecciones tras una cirugía de próstata con una frecuencia del 10 al 20% para la incontinencia urinaria, y en un rango del 25% al 86% para la disfunción eréctil, dependiendo de variables como la edad del paciente, el estado eréctil preoperatorio, la técnica quirúrgica, experiencia del cirujano y las enfermedades concomitantes.
Pero lo más importante de todo en ambas patologías es que el paciente se decida a hablar de ellas con su médico y que abandone los tabús. El enfermo debe preguntar todas las dudas y todo aquello que no se sepa y confiar en su médico para una mejor resolución del problema.