La principal causa son los infartos, que causaron siete millones de muertes en 2011, seguidas de los ictus (accidentes cerebrovasculares), que mataron a 6,2 millones de personas. En total, y según los datos con los que cuenta la OMS, las defunciones certificadas por problemas cardiovasculares son en total de 17 millones, y suponen un 30% del total. La OMS expresó que al menos cuatro de cada cinco de esas defunciones se podrían haber evitado con una alimentación adecuada y ejercicio físico.
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Tras los problemas de corazón se sitúa el cáncer, que afecta principalmente a fumadores y los arrastra a tener cáncer de pulmón (1,5 millones de muertes) o problemas pulmonares crónicos como EPOC o enfisema. Asimismo, otro de los grandes problemas es la diabetes, que afecta ya a una persona de cada diez a nivel global.
En la parte final de la lista aparecen los accidentes de tráfico, los partos prematuros y el VIH, que desde 2005 ha bajado el número de muertes de 2,2 millones en 2005 a 1,6 millones en 2011.