Angola está enfrentándose a la primera epidemia de fiebre amarilla en 30 años. La provincia de Luanda -donde está la capital del país- es la más afectada, aunque el virus ya se ha extendido a 12 provincias más.
La fiebre amarilla es una enfermedad vírica y hemorrágica, transmitida a través de la picadura del mosquito Aedes Aegypty. Cerca de un 25% de las personas infectadas se agravan si no son diagnosticadas a tiempo, entrando en una fase tóxica en la que la probabilidad de muerte es muy elevada incluso con soporte médico especializado. De hecho, la mortalidad puede alcanzar el 50%. Ya han fallecido 158 personas desde el inicio de este brote y hay 986 casos sospechosos detectados, aunque se estima que el número es realmente más elevado, puesto que un alto número de fallecimientos están siendo registrados como resultantes de otras causas, especialmente malaria, por la similitud de los síntomas iniciales de ambas enfermedades. En la fase avanzada, aparece la ictericia (coloración amarilla en la piel, de donde viene su nombre), hemorragias, insuficiencia hepática y renal, disfunción respiratoria y encefalopatía, que llevan a la muerte de la persona afectada en pocos días, en incluso horas.
La vacunación es la medida clave para combatirla, con una eficacia de más del 95%. Hay que tener en cuenta que nos enfrentamos a una enfermedad que no tiene tratamiento curativo. A pesar de la campaña actual, a día de hoy todavía hay 4 millones de personas sin vacunar en Luanda y 8 millones en las provincias donde la epidemia se ha extendido. La lucha contra los mosquitos que la transmiten (fumigaciones y eliminación de criaderos) y la prevención personal (uso de mosquiteras y repelentes) son las acciones complementarias que es necesario promover.
Desde Médicos del Mundo damos apoyo al Ministerio de Salud angoleño reforzando la vigilancia epidemiológica, prevención detección y tratamiento de casos y dedicándonos a la formación y equipamiento del personal de vacunación local y de los centros de atención y tratamiento. Es imprescindible también utilizar todos los medios posibles de información social, como la televisión, las radios locales y la educación comunitaria, para trasladar a la población las claves para protegerse ante una enfermedad potencialmente mortal.
La intervención de Médicos del Mundo se prolongará durante los meses de marzo y abril, que coinciden con la temporada de lluvias, cuando hay mayor número de mosquitos y más riesgo de que se extienda esta epidemia. Pretendemos trabajar directamente en 10 centros de salud y alcanzar las 36.000 personas beneficiarias directas y 100.000 indirectas. Un diagnóstico erróneo o tardío y un deficiente manejo inicial de los casos reducen drásticamente las posibilidades de supervivencia de las personas afectadas, por lo que asegurar la formación de los servicios primarios de salud es vital.
Si conseguimos fondos suficientes en las próximas semanas, facilitaremos también material sanitario, neveras para la conservación de las vacunas y una correcta gestión de residuos.
Médicos del Mundo España está presente en Angola desde 2003 trabajando en la prevención del VIH/Sida, fortaleciendo el sistema sanitario de atención primaria y promoviendo el derecho a la salud de la población angoleña en cuatro distritos del país. La organización ha combatido también el brote de cólera de 2006.