La escasez de espacios verdes favorece las muertes por calor

El estudio se ha realizado en el área metropolitana de Barcelona entre 1999 y 2006, y se han analizado las 52.806 defunciones por el calor en las épocas estivales de esos años según las zonas geográficas en que se han producido. Según Xavier Basagaña, uno de los autores del estudio, "estos mapas de vulnerabilidad pueden ser útiles para identificar los espacios donde hay que insistir en los planes de prevención".

Golpe de calor

En el trabajo se ha encontrado relación entre las muertes por calor y la proporción de habitantes que cuyo desempeño laboral es manual, la antigüedad de los edificios y los nulos o escasos espacios verdes de algunos lugares. Basagaña ha explicado que lo más interesante del estudio es "que dentro de una misma ciudad existan áreas con el doble de vulnerabilidad al calor que otras".

Por último, el investigador ha aconsejado que "mejorar el aislamiento de los edificios es fundamental para no tener que usar el aire acondicionado en exceso, así como la vegetación urbana contribuye a disminuir el efecto de las olas de calor que pueden producirse en verano en las grandes ciudades".

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