La estimulación magnética transcraneal es efectiva hasta en un 70% de los pacientes con depresión resistente

La estimulación magnética transcraneal (EMT) es una terapia física de neuromodulación no invasiva (no necesita anestesia) que permite modular la actividad del córtex cerebral través de un campo magnético que se genera con una bobina que se coloca sobre la superficie del cráneo. Este campo magnético atraviesa el cráneo y llega hasta la corteza cerebral, produciendo la activación o la inhibición de las neuronas que forman parte de los circuitos afectados en diversas patologías mentales.

"En los últimos años, su demostrada evidencia, ha permitido que sea una técnica aprobada, tanto por la FDA americana como a nivel europeo, para el abordaje terapéutico de la depresión resistente a tratamientos convencionales (fármacos y psicoterapia) y del trastorno obsesivo-compulsivo (TOC). Además, se está investigando su empleo en otras patologías como las adicciones a sustancias psicoactivas, el trastorno de estrés postraumático o la esquizofrenia", informó el doctor Álvaro Moleón, psiquiatra en Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, durante la celebración de las I Jornadas de Actualizaciones en Neuromodulación, organizadas por la Sociedad Española de Psiquiatría Clínica (SEPC), que han reunido este viernes 27 de octubre a más de 100 psiquiatras, neurólogos, neurofisiólogos, neurocirujanos, psicólogos, neuropsicólogos, fisioterapeutas y enfermeros en el Hospital Universitario Infanta Sofía de San Sebastián de los Reyes (Madrid).

Según destacó la doctora Yolanda Cañada Pérez, psiquiatra del Hospital La Fe de Valencia, a día de hoy la EMT no forma parte de la cartera de servicios del Servicio Nacional de Salud y su uso todavía se encuentra limitado a unos pocos hospitales públicos en España (entre ellos La Fe y el Hospital de Zamora, aunque pronto se implantará también en el Virgen de Rocío de Sevilla) y a algunas clínicas privadas. "Su coste-efectividad, la utilidad de la misma y su efectividad metaanalítica, sin embargo, indican que su uso debería generalizarse a nivel público", sostuvo la experta, que puso como ejemplo de esta efectividad los buenos resultados que se están obteniendo en el hospital valenciano en el tratamiento de pacientes con depresión unipolar y bipolar refractaria: "Los pacientes que tenemos en tratamiento presentan aproximadamente un 60% de respuesta antidepresiva, una elevada adherencia al tratamiento, buena tolerancia y una buena valoración de la técnica en cuanto a cambios en funcionalidad y satisfacción".

Un cambio de paradigma en el abordaje de la depresión

Según señalaron los expertos durante sus intervenciones en la jornada, la EMT ha generado muchas expectativas para el abordaje de la depresión resistente a tratamientos convencionales (antidepresivos y psicoterapia), un hándicap que padecen el 30% de los pacientes con depresión mayor y que es la indicación más contrastada para la EMT. "Los protocolos de EMT más actualizados (protocolo SAINT), muestran una efectividad de más del 70% en pacientes depresivos resistentes en tan solo 5 días de tratamiento, aplicando un protocolo acelerado de 50 sesiones en 5 días. Estos hallazgos han servido para que la FDA concediese la aprobación de esta indicación a finales de 2022", argumento Álvaro Moleón.

El psiquiatra destacó entre las ventajas de la EMT el hecho de que se trata de "una opción efectiva y segura, con mayor rapidez de efecto, mayor tamaño de efecto y mejor tolerabilidad", que, además, presenta efectos secundarios "escasos y de poca relevancia en la mayoría de los casos", siendo la cefalea transitoria el más frecuente, y la convulsión el más grave, aunque su incidencia es mínima: un caso cada 40.000 sesiones de EMT, aproximadamente. Todas estas ventajas abren también una puerta a la esperanza para el uso de la EMT en pacientes con depresión no resistente. "En estos pacientes su efectividad es aún mayor", expuso Moleón, que señaló que ya hay pacientes que, sin ser resistentes, solicitan la aplicación de esta técnica "para vencer antes la depresión, evitar los indeseables efectos secundarios de algunos antidepresivos y no tener que estar tomando una pastilla durante, al menos, un año".

El desarrollo de la EMT también apunta a las posibilidades que ofrece esta tecnología en combinación con otros fármacos como la esketamina intranasal, un nuevo medicamento utilizado para tratar la depresión resistente que modula la neurotransmisión glutamatérgica. "Este mecanismo de acción es novedoso en psiquiatría con respecto a otros fármacos antidepresivos que modulan la transmisión serotoninérgica, noradrenérgica o dopaminérgica. La vía de administración y su rapidez de acción también son una novedad, ya que alcanza mejorías clínicas desde las primeras administraciones y tiene un elevado potencial antisuicida", argumento la doctora Cañada, que apuntó que aunque a día de hoy no existen artículos ni recomendaciones científicas sobre la combinación de ambos tratamientos, "la literatura científica habla de posibles sinergias de la ketamina IV con la EMT en pacientes multirresistentes con el objetivo de prorrogar el mantenimiento de la acción de la ketamina y aportar mayor rapidez al tratamiento".

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