El análisis de hemoglobina A1c mide la cantidad de glucosa que se une a las proteínas de la hemoglobina en los glóbulos rojos, mostrando los niveles de azúcar en sangre en los dos a tres meses de vida de esas células sanguíneas. Es un test muy seguro que supera al de tolerancia oral en el diagnóstico de la diabetes.
El equipo de Marit Eika Jorgensen, del Centro de Diabetes Steno y del Instituto Nacional de Salud Pública de Copenhague, estudió si la etnia influía en los resultados de ambos test y comparó los resultados en tres grupos: 1.173 inuits de Groenlandia, 256 inmigrantes inuit en Dinamarca y 6.784 daneses.
Tras medir los niveles de glucosa en ayunas en los participantes en el estudio, se pudo apreciar que los inuits tenían niveles significativamente más altos de HbA1c que el grupo de daneses, lo que generó más diagnósticos de diabetes en la población inuit que en la danesa. En los inuits de Groenlandia, la prevalencia de diabetes fue tres veces más alta con la prueba de hemoglobina A1c (31,7%) que con el test oral de tolerancia a la glucosa (11,2%). La comparación de resultados demostró que se duplicaba la incidencia de diabetes en los inuits de Dinamarca: un 21,3% con el test de A1c y un 9,8% con la prueba de tolerancia a la glucosa. En los daneses esta diferencia fue del 6,7 y del 4,25, respectivamente.
Por lo tanto, se establece que el nuevo análisis de hemoglobina A1c muestra una influencia de la etnia al diagnosticar la diabetes y facilita la detección de más enfermos en las minorías étnicas.