El tratamiento con fisioterapia facilita la preparación y la recuperación de los pacientes sometidos a un trasplante, especialmente en los casos de pulmón y corazón, donde la fisioterapia respiratoria juega un papel clave. Así lo explican los fisioterapeutas madrileños, catalanes, navarros, vascos, gallegos, andaluces y valencianos en el videoconsejo de febrero de su campaña "12 meses, 12 consejos de salud".
El próximo 26 de febrero se celebra el Día Nacional del Trasplante y la fisioterapia es una de las disciplinas fundamentales que intervienen en los procesos de preparación y recuperación de los pacientes sometidos a cualquier tipo de trasplante, indispensable para conseguir unos resultados óptimos durante el tratamiento.
Por este motivo, y para poner en valor la labor de la fisioterapia en este campo, el Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid (CPFCM), el Colegio de Fisioterapeutas de Cataluña, el Colegio Oficial de Fisioterapeutas del País Vasco, el Colegio Oficial de Fisioterapeutas de Navarra, el Colegio Oficial de Fisioterapeutas de Galicia, el Colegio Oficial de Fisioterapeutas de Andalucía y el Colegio Oficial de Fisioterapeutas de Valencia, han dedicado el videoconsejo del mes de febrero informar sobre las aplicaciones de su disciplina en este tipo de intervenciones:
Así, los fisioterapeutas recuerdan que la fisioterapia respiratoria en aquellos casos de trasplantes de pulmón y corazón es fundamental para la eliminación de secreciones y para un correcto aprendizaje de la dinámica respiratoria. Además, según explica el secretario general del Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid (CPFCM), José Santos, "los programas de reeducación funcional son de especial relevancia para reforzar el trabajo postural, la reequilibración del tono muscular o el control de las compensaciones musculoesqueléticas y del dolor".
En este sentido, Santos aclara que "el fisioterapeuta es capaz de utilizar todos los medios a su alcance para conseguir una buena educación respiratoria y de mantener en el paciente unas condiciones funcionales apropiadas que lo preparen para utilizar sus nuevos órganos y evitar complicaciones en la mecánica respiratoria".
Recuperación y readaptación
Uno de los grandes problemas a los que se enfrentan los pacientes que se han sometido a un trasplante en la fase de recuperación es la pérdida muscular. Para prevenir que esto ocurra, es fundamental que realicen ejercicio, siempre de manera controlada y progresiva.
En este caso, tras hacer una valoración individual del paciente, el fisioterapeuta es el encargado de adaptar las técnicas de fisioterapia, que pueden incluir desde movilizaciones suaves, masoterapia, y ejercicio terapéutico hasta termoterapia, entre otras.
Además, la actividad deportiva debe ser uno de los elementos de la rutina del paciente que se ha sometido a un trasplante, que no debe llevar una vida sedentaria. Tras la valoración del especialista y la realización de una prueba de esfuerzo, el fisioterapeuta realiza una adaptación de la actividad del paciente en función de sus posibilidades y grados de tolerancia.
"Aunque se deben evitar los deportes de contacto que puedan producir daños, practicar deporte de bajo impacto reporta muchos beneficios para el funcionamiento del órgano, como la disminución de los efectos nocivos de los inmunodepresores, del colesterol y de triglicéridos", explica José Santos, que también recuerda los beneficios del deporte a nivel emocional para reducir estrés, ansiedad o incluso la sensación de dolor, síntomas comunes en pacientes que se han sometido a una intervención de estas características.
La natación, el golf o el ciclismo están entre los deportes más recomendados para este tipo de personas. Además, "es fundamental asistir a una revisión con el especialista por lo menos una vez al año y adaptar el deporte a las recomendaciones del fisioterapeuta", concluye José Santos.