El próximo día 7 de abril se celebra el Día Mundial de la Salud. El tema de este año es la hipertensión. Esta celebración coincide con la conmemoración del aniversario de la creación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 1948.
El objetivo final de esta celebración es reducir el número de infartos de miocardio y accidentes cerebrovasculares. Para ello, la OMS centrará su actividad, en esta ocasión, en promover la toma de conciencia sobre las consecuencias de la hipertensión y animar a la población a modificar los comportamientos que pueden provocar esta patología y a controlar periódicamente sus niveles de presión arterial.
Se estima que, a nivel mundial, uno de cada tres adultos padece hipertensión. La hipertensión es uno de los factores más importantes de riesgo cardiovascular y que más mortalidad causa. Esta es una enfermedad difícil de controlar en ocasiones por la falta de síntomas que presenta el paciente.
La mejora del control de la hipertensión pasa por que los pacientes conozcan sus causas, sus consecuencias, los métodos de prevención y los tratamientos disponibles. Una alimentación equilibrada y la práctica regular de ejercicio físico ayudan a reducir la incidencia de la hipertensión arterial.
En este sentido, la OMS recomienda, para prevenir el riesgo de padecer esta patología, disminuir la ingestión de sal, seguir una dieta saludable, evitar el abuso del alcohol, practicar ejercicio de forma regular, controlar el peso y evitar el consumo de tabaco.