El jueves de la semana pasada, 26 de enero, se celebraba una nueva charla de la II edición de las "Charlas de orientación para un mejor seguimiento del embarazo y cuidado del recién nacido" organizadas por Hospital Quirónsalud Sur, a la que asistieron un total de 10 mujeres embarazadas, algunas de ellas acompañadas por sus parejas.
Durante su exposición la Dra. Oteo señaló que la mujer experimenta algunos cambios tanto físicos como emocionales tras el parto y ofreció a las asistentes algunos consejos sobre cómo afrontar este período: "es importante para las madres aprender a descansar cuando el niño duerma", aseguró.
Respecto de los cambios físicos, la Dra. señalaba que es importante hacer ejercicio para recuperar la silueta, haciendo hincapié en que el período de cuarentena debe servir para que el cuerpo de la mujer vuelva a la normalidad. Además, señalaba, es importante acabar con una creencia que tienen algunas mujeres acerca de la lactancia materna, indicando que dificulta la ovulación pero no es un método anticonceptivo, por lo que si no se desea un nuevo embarazo deben ponerse medios anticonceptivos.
En relación con los cambios emocionales, señalaba que la depresión puerperal se da en un 10% de las mujeres, destacando que para ser madre se necesita tiempo y trabajo: "la idea del instinto inmediato de la maternidad es engañosa, hay que trabajárselo día a día", destacó. En algunas mujeres también es posible que se desarrolle una psicosis postparto que, aunque es más frecuentes a partir de los 15 días, también puede aparecer de forma inmediata tras el parto. Lo importante es darse cuenta y poner remedio.
Lo más importante, finalizaba la Dra. Oteo, "es vivir el parto como lo que es, una experiencia maravillosa".
Por su parte, el Dr. Carlos Gullón, especialista en cirugía plástica, aludió a los cambios físicos más frecuentes que pueden experimentar las mujeres tras el parto y las técnicas para corregirlas: "después del embarazo, el parto y la lactancia se pueden producir secuelas, siendo muy comunes la flacidez abdominal; la pérdida de volumen mamario y la caída del pecho (ptosis mamaria); secuelas de la obesidad por ganancias y pérdidas de peso; así como secuelas en la zona urogenital. Estos procesos conducen a la pérdida de la silueta femenina, pero existen soluciones quirúrgicas para este tipo de problemas que ayudan a recuperar la figura, devolviendo a la mujer su aspecto previo al embarazo, o incluso mejorarlo."
Ante estos problemas, las cirugías estéticas más habituales para tratar las secuelas del embarazo son la abdominoplastia -en la que se realiza una plicatura de los músculos rectos del abdomen, consiguiendo un vientre más plano, tenso y competente-, la remodelación corporal, liposucción-lipoescultura, lipofilling de glúteos y de mama, elevación de pecho (mastopexia), reducción de pecho, cicatrices de cesáreas, cirugía genital femenina -que puede ser de reducción del diámetro de la vagina, de los labios vaginales o rejuvenecimiento vaginal- o cirugías de la obesidad (lifting).
Finalmente, Isabel Díaz, fisioterapeuta, especialista en suelo pélvico, destacaba en su intervención que el suelo pélvico no es sólo un músculo, sino que también incluye "fascias" que se van a sobredilatar durante el parto; "el principal factor de riesgo del suelo pélvico es el parto, especialmente un parto en el que se utilice instrumental. La buena noticia es que el suelo pélvico se puede rehabilitar", destacaba la experta.
Es frecuente que durante el parto se produzcan contracturas musculares en el suelo pélvico, por lo que para evitar daños en el mismo es importante preparar los músculos durante el embarazo y realizar una buena recuperación tras el parto.
Así, es recomendable en la semana 25 de gestación proceder a la evaluación del suelo pélvico y el abdomen, para en la semana 33/34 evaluar la flexibilidad del suelo pélvico y controlar la musculatura abdominal, y, ya tras el parto, proceder a una nueva evaluación del suelo pélvico a las 5/6 semanas.
Para concluir su intervención la experta ofreció a las asistentes consejos para prevenir la incontinencia urinaria, el dolor lumboabdominal y el estreñimiento, frecuentes durante el embarazo y el postparto.