Cada 23 de abril se celebra el ‘Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor', desde que el 25 de octubre y 16 de noviembre de 1995, se acordara en la 28ª reunión de la UNESCO, celebrada en París. Y es que la lectura, ya sea de libros, prensa, cómics, cuentos o revistas aporta múltiples beneficios, independientemente de nuestra edad, sexo o nivel socio económico.
Si nos centramos en la etapa infantil, y más concretamente en la franja de edad a la que se pueden empezar a compartir las lecturas con los niños, los psicólogos estadounidenses Bruner y Ninio publicaron en 1978 un trabajo que establecía que a partir de los 8 meses de vida los niños interactúan con los adultos para comentar los elementos del mundo pues han desarrollado su capacidad de atención compartida.
En cuanto a las virtudes o beneficios que la lectura aporta a los más pequeños de la casa, el doctor José Enrique Sánchez Martínez, pediatra y neonatólogo de los hospitales Vithas Xanit Internacional y Vithas Parque San Antonio, afirma que: "Las virtudes de la lectura no son solo a nivel intelectual, sino que también actúan en el campo de lo social y de lo afectivo, debido al estrecho vínculo que se establece entre padres e hijos. La mejor forma de enseñarles la lectura a los niños es leerles en voz alta desde los primeros meses, de esta manera escuchando cosas entretenidas y divertidas por sus padres, los niños experimentan una pasión por lo que sale de los libros. Conforme vayan creciendo se irán convirtiendo en lectores independientes. En resumen, escuchar leer a sus padres les ayuda además a mejorar la percepción auditiva e imaginación ya que irán desarrollando la historia conforme sus padres la vayan contando".
Otros beneficios de la lectura.
El doctor Sánchez incide, además, en otras ventajas que los libros pueden aportar al niño. Eso sí, hay que tener especial cuidado en que las diferentes obras estén adaptadas a la edad de este ya que un libro demasiado infantil o, por el contrario, demasiado adulto, puede generar una pérdida de interés. "Resumiendo, podríamos destacar cuatro grandes beneficios. Por un lado, la lectura les transmite tranquilidad ayudándoles a relajarse. En segundo lugar, desarrolla habilidades lingüísticas ya que el niño aprende nuevo vocabulario, a usar correctamente el lenguaje e, incluso, a escribir sin faltas de ortografía. De igual forma, leer implica ejercitar el cerebro; el niño está estimulando habilidades como la memoria o el entendimiento. Mediante los libros el niño conoce aspectos sobre el mundo sin darse cuenta, y un conocimiento sobre las demás personas sus puntos de vista, trabajando y fortaleciendo lo que sería la cuarta ventaja de la lectura: la empatía".
En definitiva, el objetivo debe ser que el libro se convierta en un compañero de viaje para toda la vida, un compañero en el que encontrar respuestas o consuelo en los malos y los buenos momentos. El gran desafío es promover la lectura infantil sobre todo en ámbitos de pobreza, donde el acceso a los libros resulta escaso.