La mitad de los pacientes con dolor orofacial lo sufre de manera crónica

2014 se ha dedicado a la investigación y divulgación del dolor orofacial, entre los que se incluyen el maxilofacial, el de oídos y el oftalmológico
Más del 60% de los pacientes que acuden a una consulta de maxilofacial, otorrino u oftalmología tienen dolor al menos moderado y en el 10% es intenso
Según un estudio de la Sociedad Española del Dolor, el 51% de los pacientes con estas dolencias lleva más de seis meses con ellas, y el 17% lo sufre desde hace más de un año
La perdida de horas laborales en pacientes con dolor orofacial es de 6,4 h frente a las 0,25 de los pacientes que tienen patología orofacial que no cursa con dolor

El dolor es una "experiencia sensorial o emocional desagradable, asociada a daño tisular real o potencial", según la definición de la Asociación Internacional de Estudio del Dolor (IASP).

Existen varias maneras de clasificar el dolor. La más común es la que atiende a su evolución en el tiempo y que divide el dolor en agudo o crónico, dependiendo de si se sufre de manera esporádica o permanente.

La Organización Mundial de la Salud declara que: "el dolor crónico es una enfermedad y su tratamiento, un derecho humano". Además, según el médico español Fernando Cervero, presidente de la IASP, "el alivio del dolor, a través del estudio y desarrollo de nuevas y mejores terapias, es probablemente la actividad más ineludible que el personal sanitario debe realizar".

La trascendencia del dolor va más allá de los aspectos físicos que desencadena. Se trata de un problema sanitario importante cuyas consecuencias merman considerablemente la calidad de vida de quienes lo padecen lo que, sin duda, influye de forma negativa en su entorno social, laboral y en sus relaciones personales.

2014, año mundial del dolor orofacial

La International Association for the Study of Pain (IASP) puso en marcha en 2004 la iniciativa del Año Global Contra el Dolor, con el tema "El alivio del dolor debe ser un derecho humano" y con el objetivo de sensibilizar a gobiernos, instituciones públicas y privadas acerca de la necesidad de poner en marcha los recursos necesarios para apoyar la investigación, el diagnóstico y el tratamiento del dolor a nivel universal.

El año 2014 se ha dedicado a  la investigación y divulgación del dolor orofacial. Y es que más de dos tercios de los pacientes que acuden al maxilofacial, otorrinolaringólogo u oftalmólogo tienen dolor de ese tipo. De ellos, un 51% lo tiene desde hace más de seis meses y casi dos de cada diez, un 17%, lo soportan desde más de un año.

La perdida de horas laborales en pacientes con dolor orofacial es de 6,4 h frente a las 0,25 de los pacientes que tienen patología orofacial que no cursa con dolor.

Adicionalmente, la migraña crónica y el dolor orofacial crónico están asociados a una mayor incidencia de trastornos psiquiátricos como ansiedad, depresión y trastorno bipolar.

En este año dedicado al dolor orofacial, la Sociedad Española del Dolor vuelve a incidir en que las Unidades del Dolor de los hospitales deberían  ser un centro de referencia en esta patología, ya que en la actualidad sólo se ven un 10-15% de estos pacientes, y sin embargo  más del 50% de ellos se benefician de técnicas intervencionistas.

El dolor en España

El dolor está presente en nuestro día a día mucho más de lo que nos pueda parecer. De hecho, más de 8 millones de españoles lo sufre de alguna manera, y un tercio de estos vivirá padeciéndolo el resto de su vida.  La mitad de los españoles que sufren dolor lo padecen todos los días.

El dolor y, sobre todo, su mal abordaje, provocan consecuencias económicas importantes. De hecho, se estima que su coste es de alrededor de un 3% del PIB en Europa, por los costes tanto directos (recursos humanos, coste de materiales y técnicas, camas hospitalarias, gasto farmacológico, etc.), como indirectos (absentismo laboral, bajas, disminución de la productividad del paciente que sufre dolor, pensiones, indemnizaciones, etc.) relacionados con el dolor.

En España el dolor es la causa más común de absentismo laboral, multiplicando por seis las posibilidades de las demás. Por otro lado, el dolor crónico causa al Estado español más gasto en atención socio-sanitaria que las enfermedades cardiovasculares o el propio cáncer. El dolor es el causante de más de la mitad de las visitas a urgencias, aumenta de manera considerable el número de días de hospitalización y, por supuesto, el de las visitas al médico.

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