La Navidad es una buena época del año para detectar trastornos de la alimentación como la anorexia y la bulimia porque las personas que los sufren manifiestan conductas inusuales para evitar enfrentarse a la comida, y por consiguiente a las copiosas comidas navideñas. Precisamente, este tipo de reuniones en torno a una mesa con abundante comida suponen un sufrimiento para estas personas y sus familiares.
Así lo corroboran Begoña Charro y Maria Sánchez, dos psicólogas especializadas en trastornos de la alimentación que dirigen la Unidad de Trastornos de la Alimentación de Avances Médicos (AMSA) de Grupo IMQ. Durante las fechas navideñas, los casos de anorexia o bulimia que se detectan en Euskadi se duplican (se suelen detectar unos siete casos al mes y en Navidad la cifra asciende aproximadamente a 14).
En este contexto, las doctoras de AMSA ofrecen una serie de pautas para detectar posibles casos y explicar cómo ayudar a los afectados que acuden a terapia:
Señales de alerta durante las fiestas navideñas:
- Realizar, previo a las fiestas, dietas muy severas.
- Cambios bruscos de los gustos alimentarios. Evitar alimentos que antes sí se consumían.
- Beber grandes cantidades de agua justo antes de las comidas.
- Evitar el aceite, harinas, embutidos y dulces con aumento del consumo de frutas y verduras.
- Desmenuzar los alimentos, comiéndolos en partes pequeñas de forma lenta.
- Coleccionar recetas y cocinar (repostería, por ejemplo).
- Evitar acudir a reuniones donde pueda verse obligado a comer manifestando signos de ansiedad y tristeza.
- Realizar ayunos sobre todo, antes y después de los días festivos.
- Realizar actividad física excesiva y/o necesidad de moverse o mover alguna parte del cuerpo continuamente, incluso durante las comidas, notándose una dificultad por mantenerse sentado durante el período de sobremesa.
- Pesarse varias veces al día y/o pasarse mucho tiempo frente al espejo.
Tratamiento
Las psicólogas de la Unidad de Trastornos de la Alimentación de Avances Médicos (AMSA) de Grupo IMQ, explican las claves para tratar a pacientes con estos trastornos: "Lo primero que se debe hacer es trabajar la conciencia de enfermedad y la motivación para el cambio. Una vez concienciadas, las personas son escuchadas y encuentran un espacio para hablar de sus miedos y obsesiones y liberan sus temores".
En la unidad se trabaja tanto a nivel grupal como individual. Los grupos que se realizan tienen que ver con: Manejo de Ansiedad y Relajación, Autoestima y Reestructuración Cognitiva, Musicoterapia y Arteterapia, Psicoeducación Nutricional y Farmacológica y Grupos Dinámicos para pacientes y familiares. Se les ayuda a estructurar tanto el pre como el post del fin de semana para que se puedan enfrentarse a situaciones cuando en la soledad se bloquean.
Trastornos de la alimentación
La anorexia y la bulimia son los trastornos de alimentación más frecuentes y precisan un abordaje multidisciplinar dado la complejidad de los mismos. Los trastornos alimentarios se caracterizan por alteraciones graves de la conducta alimentaria (anorexia, bulimia…).
Este tipo de paciente presenta alteraciones psicológicas que van desde la distorsión de su imagen corporal hasta conductas autodestructivas como provocarse vómitos, ingesta de laxantes, etc. Asimismo, estos trastornos van siempre acompañados de distinto grado de deterioro médico: alteraciones del peso y del hemograma...
La gravedad de esta patología hace que en algunas ocasiones el/la paciente ponga en riesgo su propia integridad física.La atención intensiva y precoz de estos trastornos puede mejorar el pronóstico de los mismos por lo que es necesario actuar cuanto antes. En ese sentido, AMSA desarrolla un programa específico que incluye atención: psicológica ambulatoria, hospitalaria, médica y psiquiátrica.