A pesar de que la estética es el principal motivo que lleva a los españoles a realizarse una ortodoncia, este tratamiento se impone como una solución al deterioro progresivo de la dentadura que se produce a lo largo de los años. "Se trata de corregir la alineación de los dientes para evitar los problemas de una mordida incorrecta. De esta manera, se puede evitar un desgaste excesivo de los dientes, problemas de mandíbula y dientes astillados", explica Patricia Zubeldia, odontóloga de la Dirección Asistencial de Sanitas Dental.
La ortodoncia ayuda a prevenir patologías en la ATM (articulación temporo-mandibular) y periodontales, mejora la durabilidad de cualquier tratamiento que se realice en la cavidad oral (como empastes o implantes) y evita desgastes prematuros y anómalos de las piezas dentales. "Un tratamiento, correctamente ejecutado, consigue el oportuno alineamiento de los dientes y normaliza la posición y el tamaño del maxilar y la mandíbula. De esta manera, los dientes pueden encajar bien entre ellos procurando la completa masticación de la comida. Al funcionar bien, los dientes no se estropean y se mantienen saludables, lo que asegura una larga vida a la dentadura, además de mejorar la sonrisa y, por tanto, la estética", explica Patricia Zubeldia, odontóloga de Sanitas.
En los últimos años, el número de adultos que se someten a este tipo de tratamiento ha aumentado de manera notable. En concreto, el 35% de las ortodoncias se realizan en pacientes mayores de 18 años, concentrándose en edades comprendidas entre los 25 y 45 años, según la Sociedad Española de Ortodoncia Invisible. "Por cuestiones de estética, temporalidad y detección de problemas de forma precoz, es recomendable la aplicación de la ortodoncia durante la adolescencia. Sin embargo, en la actualidad existe una demanda creciente de personas que solicitan este tratamiento que no fue realizado a su debido tiempo", añade la odontóloga Zubeldia.
Según el Estudio Sanitas de Salud Bucodental 2016, tres de cada diez españoles se haría una ortodoncia solo por motivos estéticos. Sin embargo, en la mayoría de los casos resulta necesario o muy beneficioso por motivos de salud, ya que una correcta oclusión dental incide directamente en aspectos tan importantes como la fonación, la masticación o la deglución. Por otro lado, un tratamiento ortodóntico sirve para corregir problemas mayores de la mandíbula y huesos maxilares, como luxaciones o fracturas.
La ortodoncia invisible, la preferida por los adultos
Actualmente hay muchas alternativas de ortodoncia que permiten conseguir los mismos resultados. "La edad del paciente es la que guía a los ortodoncistas a la hora de elegir el mejor aparato de ortodoncia. Además de este factor, también se tiene en cuenta el que sea más cómodo y estético para el paciente y le permita llevar una vida totalmente normal durante todo el tratamiento", explica Zubeldia.
Existen dos tipos de ortodoncia, la removible y la fija. En cuanto a la removible, destaca la ortodoncia invisible. En cuanto a la fija destacan los brackets convencionales (metálicos); los linguales, en la que los brackets y arcos están fijados en la parte interna de los dientes, por lo que no están visibles; los de cerámica; y los de zafiro, que son los más estéticos, ya que el material es transparente como el cristal.
A la hora de elegir el tipo de ortodoncia, la invisible es la preferida por los adultos (15,9%), según se desprende de un estudio realizado por Sanitas Dental. Aunque el 62,7% de ellos asegura seguir las recomendaciones de su ortodoncista.
La importancia de la retención tras la ortodoncia
La ortodoncia es un tratamiento que bien realizado puede cambiar la vida del paciente a mejor, en términos de salud y estética. Por ello, antes de iniciarlo hay que tener claro el tiempo, coste y pautas que requiere. Además, una vez terminado, es necesario realizar un mantenimiento para que los dientes no vuelvan a su posición inicial, utilizando unos aparatos de mantenimiento, también llamados retenedores.
Si se usan correctamente, los retenedores permiten mantener la posición de los dientes indefinidamente. Sin embargo, estos aparatos de ortodoncia requieren de un cuidado. Si son extraíbles, deben limpiarse una vez al día con cepillo especial de prótesis o cepillo de uñas de uso exclusivo para los retenedores, agua tibia, no caliente, y jabón de manos. También se pueden usar limpiadores de aparatos ortodóncicos efervescentes, aunque no reemplazan un buen cepillado y son complementarios de éste. Por último, los retenedores se deben guardar en un estuche para evitar que se rompan o se deformen.
"Además, para mantener la misma posición de los dientes es necesario evitar malos hábitos como morder objetos o apretar los dientes, ya que estos podrían cambiar de nuevo la posición de los mismos", añade Zubeldia.